El mercado de US$700 millones de salmón importado en China está en peligro después de que el pescado estuviera implicado en un nuevo brote de casos de coronavirus en Beijing, lo que podría suponer un duro golpe para los principales países exportadores como Dinamarca, Noruega y Australia.
Por Infobae
El salmón se ha retirado de refrigeradores en supermercados y plataformas de entrega de alimentos en las principales ciudades chinas, y destacados expertos han advertido a los ciudadanos que no consuman los mariscos ricos en omega-3. El boicot se produjo después de que el presidente de un importante mercado de frutas y verduras llamado Xinfadi, el lugar donde se han detectado casi 100 infecciones recientemente, identificara la presencia inicial del virus en la tabla de cortar utilizada por un vendedor de salmón importado.
Zeng Guang, experto principal de la Comisión Nacional de Salud, dijo en una entrevista con medios estatales el domingo que aún tenían que averiguar si los seres humanos transmitieron el virus al salmón o si el salmón contrajo el virus primero. El experto advirtió a los residentes de Beijing que no coman salmón crudo o compren mariscos importados por el momento.
Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China, dijo el domingo que el virus puede sobrevivir en la superficie de los alimentos congelados hasta tres meses y que la agencia “sospecha mucho” de productos contaminados como origen del último brote.
Si bien no está claro si el virus se puede transmitir a través de alimentos congelados que luego se descongelan, el rápido rechazo del salmón refleja los crecientes temores de China sobre el resurgimiento abrupto de casos en su capital, el centro cultural y político del país donde residen millones de personas. Se han cerrado cerca de 20 complejos de viviendas y algunas escuelas cerradas mientras funcionarios locales se apresuran a localizar a personas que han visitado o tenido contacto con el mercado de Xinfadi.
El boicot al salmón es otro golpe para los exportadores de mariscos a China, después de que la pandemia de coronavirus provocara que las ventas en los primeros cuatro meses del año cayeran más del 30%. Antes de la crisis, los cuatro mayores exportadores -según datos de aduanas de China (Chile, Noruega, Australia y las Islas Feroe de Dinamarca)- habían registrado un crecimiento de la demanda a US$686 millones el año pasado debido al aumento de los ingresos de la clase media y un cambio hacia dietas más saludables.
La situación elevó las acciones de los productores de carne de cerdo el lunes. Las ganancias probablemente estuvieron impulsadas por las expectativas de que la demanda de la carne aumentará a medida que los consumidores evitan los mariscos, dijo Ken Chen, analista de KGI Securities Co. en Shanghái.
En un estudio publicado en abril, los investigadores de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) concluyeron que se desconoce si el coronavirus puede infectar a animales acuáticos para alimentos o contaminar sus productos.
El riesgo “debería ser insignificante” con la “manipulación y saneamiento adecuados de los alimentos”, aunque las superficies en teoría podrían contaminarse cuando son manipuladas por personas infectadas con el virus, escribieron científicos entre los que figuraban Melba G. Bondad-Reantaso.
(C) Bloomberg.-
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