Grietas en el modelo democrático estadounidense. Un sistema en decadencia. Ha explotado la burbuja de libertades de Washington. Ha sido una bofetada de karma. Una coalición internacional debe intervenir para asegurar la estabilidad del país. Es el fin de Estados Unidos como primera potencia…
El Mundo de España, Lucas de la Cal
Muchas han sido las frases que el jueves compartieron tanto los medios estatales chinos como los usuarios en las redessociales. Mientras el resto de países democráticos contemplaban con estupor y horror el asalto al Capitolio de Washington, en China la reacción era bien diferente, una mezcla de sarcasmo y burla.
Pekín ha encontrado en el caos provocado por los partidarios de Donald Trump la mejor excusa para defender sus políticas, que están en las antípodas del ideario democrático de Occidente, pero cuyo autoritarismo es eficaz a la hora de frenar cualquier protesta y perseguir a los disidentes.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hua Chunying, hizo un breve comentario sobre lo sucedido en Washington en una rueda de prensa. «China espera que los estadounidenses puedan disfrutar de paz, estabilidad y seguridad tan pronto como sea posible, pero deben reflexionar por qué hay gente y medios en Estados Unidos que ofrecen una narrativa tan diferente cuando se trata de protestas en ese país o en Hong Kong», afirmó Hua.
«Lo que sucedió en el Capitolio de Estados Unidos y la respuesta de Estados Unidos ha reventado las burbujas de democracia, libertad y valores universales que Estados Unidos ha utilizado durante mucho tiempo para convencer a otros», dice Shen Yi, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos de la Universidad de Fudan, en Shanghai.
El asalto al Capitolio ha dado fuelle para que los canales de propaganda del Partido Comunista Chino se acuerden de episodios similares ocurridos en su lado y que desde Estados Unidos tanto defendían. Concretamente, cuando los manifestantes pro democracia de Hong Kong ocuparon el Parlamento de la ex colonia en 2019. Es cierto que hubo escenas violentas sin justificación muy parecidas a las de Washington. Pero el contexto, por mucho que se empeñen desde Pekín en ponerlo al mismo nivel, es bien diferente.
Mientras que en Hong Kong los manifestantes exigían democracia, los extremistas del Capitolio lo que buscaban era interrumpir una transferencia de poderes a un presidente legítimamente elegido en las urnas. Da lo mismo, porque para muchos en China, los muertos y detenidos en Washington son consecuencia de un caos de un sistema que se derrumba.
Respecto a la comparación con Hong Kong, en los medios y redes de China ha sido una famosa frase de Nancy Pelosi, presidenta del Congreso de EEUU, a la que han dado la vuelta para usarla a su favor. «Una hermosa vista», tuiteó Pelosi en 2019 adjuntando unas fotos de una gran manifestación en Hong Kong que en China asociaron a la toma del Parlamento. «Ahora está por verse si ella dirá lo mismo sobre los recientes acontecimientos en el Capitolio», publicó el tabloide estatal Global Times.
Este diario destacó en grande el siguiente titular: «Los cibernautas chinos se burlan de los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos como karma». En Weibo, el Twitter chino, el hashtag sobre el asalto (#TrumpSupportersStormCapitol) tuvo más de 800 millones de visitas. «¡Fue como ver una película de acción emocionante!», escribía un usuario. «La gente recuerda la angustia y la ira que sintieron cuando vieron a los alborotadores en Hong Kong irrumpiendo en el Consejo Legislativo. En lugar de condenar la violencia, los políticos estadounidenses elogiaron el coraje de los alborotadores. Por eso, muchos esto ahora lo ven como una venganza», dice un artículo del diario estatal People Daily.
La Comisión Central de Inspección Disciplinaria del Partido Comunista Chino publicó una declaración del columnista político Lan Linzong, diciendo que la imagen de Estados Unidos como un «faro de democracia y libertad» se ha hecho añicos. «Esta hermosa vista [en referencia al comentario que hizo Pelosi] es solo uno de los muchos brotes resultantes de conflictos internos profundamente arraigados en Estados Unidos», escribió Lan.
EL DÍA EN EL QUE TRUMP COPIÓ A MADURO
La revolución bolivariana siguió con expectación el asalto de la turba de seguidores de su gran enemigo, Donald Trump, al Capitolio estadounidense y los acontecimientos posteriores. Incluso su Cancillería se mostró preocupada ante los hechos de violencia «que no hacen sino reflejar la profunda crisis por la que actualmente atraviesa el sistema político y social de EEUU».
«Con este lamentable episodio, EEUU padece lo mismo que han generado en otros países con sus políticas de agresión», continuó la nota gubernamental, que incluso adelantó una aspiración: que «el pueblo estadounidense pueda finalmente abrirse un nuevo camino hacia la estabilidad y la justicia social».
El propio Nicolás Maduro retuiteó los comentarios de sus colaboradores más cercanos, manipulando las imágenes de enero de 2020, cuando tropas militares impidieron al presidente del Parlamento, Juan Guaidó, y un buen número de diputados acceder al Palacio Federal Legislativo, obligándoles incluso a saltar una verja.
La represión desplegada aquel día por la Guardia Nacional Bolivariana fue sólo una de las múltiples acciones de asedio sistemático desplegadas durante los cinco años de legislatura parlamentaria con mayoría opositora. Varios diputados de la unidad democrática aprovecharon los incidentes del Capitolio para difundir imágenes del sitio bolivariano contra la Asamblea Nacional (AN), como el asalto del 5 de julio de 2017. Aquel día corrió la sangre y 10 diputados resultaron heridos, en imágenes que recorrieron el mundo.
No se trató del único asalto ni de la única paliza. La gran diferencia es que en todos ellos hubo connivencia militar y policial, incluso paramilitar, como el atentado a tiros y pedradas hace un año cuando la junta directiva de la AN intentaba acercarse al Palacio Federal tomado por las fuerzas chavistas. Desde 2016 grupos radicales pagados por la Alcaldía chavista de Caracas han hostigado sin pausa a políticos y periodistas, primero a tomatazos y cuando su precio subió por culpa de la inflación pasaron a hacerlo con piedras y bolsas de excrementos.
«Descarados. Cínicos. Caraduras. La tiranía usurpadora condenando la violencia en el Congreso de EEUU. Inmorales ustedes, con sus malandros (delincuentes) asaltaron la AN, casi matan al diputado Américo de Grazia. Ahora se dan golpes de pecho. ¡Farsantes!», subrayó el dirigente Andrés Velásquez.
«El cinismo de la dictadura no tiene límites: secuestran diputados, asedian constantemente el Parlamento, agreden parlamentarios, arrebató competencias de la AN, militarizó la sede, están señalados por delitos de lesa humanidad y emiten comunicado», se quejó Juan Guaidó, quien permanece al frente de la Comisión Delegada que ha reemplazado al pleno de diputados de la AN del 2015 para proseguir sus labores durante este año.
La relación privilegiada mantenida durante dos años con Washington no impidió que el propio Guaidó manifestara su repulsa «porque el ataque al Capitolio lo es a su democracia». Ultras radicales venezolanos acérrimos defensores de Trump, tanto en Venezuela como en EEUU, mantienen una actitud beligerante en contra de Guaidó por no apoyarle en sus intentos de entorpecer la toma de posesión de Joe Biden.
El líder opositor, que fue uno de los heridos durante el asalto de las turbas chavistas de 2017, resaltó que la «fortaleza de la democracia radica en la solidez e independencia institucional, en el vigor de su entramado social y la conciencia ciudadana».
Guaidó ha recibido en las últimas horas el espaldarazo del Reino Unido, que le sigue reconociendo como presidente interino un día después de que la UE constatara sus dudas ante la nueva etapa política iniciada con la denominada continuidad constitucional.
MOSCÚ APROVECHA PARA CRITICAR A EEUU
El Kremlin calla de momento sobre los disturbios en el Capitolio de EEUU pero el Gobierno ruso sí aprovechó para criticar el panorama político norteamericano. «El sistema electoral en Estados Unidos es arcaico, no cumple con los estándares democráticos modernos, lo que da pie a numerosas violaciones», dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova. Fue el actual sistema que impera en EEUU el que ha provocado, en su opinión, «la división de la sociedad que ahora se aprecia en los Estados Unidos». La portavoz gubernamental agregó que Moscú espera que «el amistoso pueblo estadounidense pase por este momento dramático de su historia con dignidad».
Moscú contempla los desmanes en EEUU con un leve sentimiento de revancha. «El bumerán se ha vuelto contra ellos», valoró el líder del Partido Comunista de Rusia, Gennady Zyuganov. «Fueron ellos los que lanzaron revoluciones de colores» en otras partes del mundo, y «derrocaron a los líderes en el norte de África o Yugoslavia y derrocaron a un Gobierno en Ucrania, hasta tuvieron una oportunidad en Bielorrusia el año pasado». «Ahora lo están pagando», concluyó.
El jefe del comité de Exteriores del Parlamento ruso, el ultranacionalista Leonid Slutsky también habló del bumerán de las ‘revoluciones de colores’ y certificó que EEUU no puede presentarse ya como «faro de la democracia» mundial.
El senador ruso Konstantin Kosachov, añadió por su parte que los acontecimientos violentos del miércoles en Washington mostraron que la democracia estadounidense «cojea». «Los sucesos en Washington tienen varias causas que llevaron a la gente a salir a la calle (…) Las jugarretas del escrutinio de los votos del 3 de noviembre y ahora lo de Georgia», comentó Kosachov. «Los perdedores tienen esta vez suficientes fundamentos para acusar a los vencedores de fraude, al parecer, la democracia estadounidense cojea», escribió el legislador en su cuenta de Facebook.
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