José Luis Ábalos se ha mostrado seguro, y un poco prepotente, ante las preguntas de los medios de comunicación sobre las cintas de las cámaras de seguridad del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez. Unas imágenes que podrán poner punto final al polémico encuentro con la número dos de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, que fue bautizado como el ‘Delcygate’.
Por JOSÉ ANTONIO PUGLISI / periodistadigital.com
El Ministro de Transportes ha afirmado estar «encantado» con que un juez haya ordenado que AENA conserve los vídeos de vigilancia del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez de la noche en la que ocurrió su encuentro con Delcy Rodríguez. Sin embargo, su tranquilidad no está en el deseo de que se aclare todo lo ocurrido, sino en la confianza en que las imágenes nunca saldrán a la luz.
Ábalos, y el resto del equipo del gobierno progresista, confían en que las imágenes no se podrán observar jamás ante el ‘blindaje’ que le ofrece la Ley de Protección de Datos. En este sentido, María Pardo de Vera, abogada especialista en Privacidad de Helas Consultores, explica a Periodista Digital que “efectivamente, las imágenes que grabaron esas cámaras no se pueden visualizar ni se pueden publicar porque la normativa de protección de datos no lo permite”.
Sin embargo, aclara quiénes si podrán visualizar las polémicas cintas: “Sólo las personas autorizadas dentro de AENA podrían haber tenido acceso por motivos de seguridad a las grabaciones”, a lo que se sumarán los abogados y el juez del caso si sigue avanzando en su proceso judicial ante las querellas interpuestas contra el Ministro de Transportes.
“Ahora bien, la propia normativa contempla que si un juez lo solicita el responsable del tratamiento (AENA) no puede negarse a entregarlas. AENA está obligada a cumplir con ese requerimiento judicial, sin entrar a cuestionarlo. Esta cesión se producirá en cumplimiento de la obligación legal prevista por el artículo 236 quáter de la Ley Orgánica 6/1985 de 1 de Julio, del Poder Judicial”, precisa María Pardo de Vera.
¿Una trampa de AENA?
El presidente de AENA y hombre de confianza de Pedro Sánchez, Maurici Lucena, se negó inicialmente a la entregar las cintas de las cámaras de seguridad, según publica Esdiario. Una decisión que tomó a pesar de que había recibido peticiones formales en las últimas semana, mediante requerimiento notarial, para que entregue esas grabaciones y no las destruya. Sin embargo, existe una posibilidad de que las grabaciones ya estén borradas.
“En cuanto a los plazos de conservación, el límite máximo de conservación de las imágenes captadas a través de un sistema de videovigilancia es de un mes, salvo aquellas imágenes que se destinen a acreditar la comisión de actos que atenten contra la integridad de las personas, bienes o instalaciones. En tal caso, las imágenes deberán ser puestas a disposición de la autoridad competente en un plazo máximo de 72 horas desde que se tuviera conocimiento de la existencia de la grabación”, explica la abogada especialista en Privacidad.
No obstante, advierte de la existencia de un riesgo para la investigación del ‘Delcygate’: “Aunque la normativa señala que el plazo máximo de conservación de las imágenes es un mes, no señala un mínimo y eso, será potestad del Responsable del Tratamiento (AENA) y de las propias características técnicas del sistema de grabación. Habría que saber qué plazos tiene AENA establecidos en sus políticas para saber si disponía todavía de esas grabaciones o ya las había borrado”.
“Si el requerimiento del Juzgado a AENA o autoridades competentes del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez para que procedan a conservar las imágenes grabadas a través del circuito de videovigilancia del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020 ha llegado a tiempo, eso no lo sabemos”, sentencia.
Presiones para borrar las imágenes
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? (FFCCSE) han confirmado a Periodista Digital que existen imágenes de ambos en el exterior e interior de la ‘terminal ejecutiva’ del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suarez. Sin embargo, advierten que las mismas podrán desaparecer tanto por las presiones del gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, así como por la política interna en materia de seguridad.
“Al menos que exista una orden explícita, las grabaciones externas son eliminadas a los siete días, mientras que aquellas que son tomadas en el interior se borran a los 15 días. A pesar de que no ha habido una orden directa de destruir las grabaciones, sí existen un gran control sobre el material y presiones para que se borren en cuánto sea posible”, denuncian a Periodista Digital. Sin embargo, temen que “debido a la polémica que está rodeando al encuentro, nos den una orden directa para su destrucción”.
¿Y si se filtran?
María Pardo de Vera reconoce que la filtración de las cintas a los medios de comunicación no es una opción a descartar. Una situación que recuerda el conocido caso de las imágenes de Cristina Cifuentes en una tienda de EROSKI, ese que “acabó con una multa a EROSKI de 150.000 euros”. En este sentido, “si se demuestra que las imágenes se han filtrado desde algún empleado de AENA o empresa de seguridad que tuviera acceso a esas imágenes por motivos de seguridad, se le podría imputar a AENA una falta de control para acceder a las imágenes y otra infracción por hacer un uso indebido de las mismas”, explica a este diario.
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