Un miércoles más desde que se suspendieron las clases en Paraguay por el coronavirus, los alumnos de los colegios jesuitas de Fe y Alegría sintonizan sus radios para escuchar sus clases de Matemáticas, con media hora de lección para cada curso.
EFE
Una programación que se emite desde Radio Fe y Alegría desde hace unas semanas, cuando los directores y los coordinadores de los centros jesuitas asumieron que tenían que buscar una alternativa a las plataformas digitales propuestas por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para suplir las clases presenciales.
La propuesta del MEC presentó inconvenientes para muchos alumnos, dada la mala calidad de la conexión de Internet en Paraguay, así que desde Fe y Alegría dieron una respuesta a través de la radio: los lunes toca clase de castellano y los martes de guaraní, mientras que los jueves son para las asignaturas de ciencias naturales y los viernes para las materias sociales y artísticas.
La red de Fe y Alegría cuenta con 34 escuelas, ocho colegios y 14 centros de educación a distancia en 12 de los 17 departamentos del país para atender a niños y adolescentes de poblaciones vulnerables y zonas rurales, como explicó a Efe este miércoles el padre Catalino Corvalán, coordinador del departamento de Educación y Promoción Social.
«Nosotros encontramos en nuestros centros, primeramente, que no llega la cobertura de Internet, entonces es difícil tener acceso a la plataforma; y la segunda dificultad que se presentó es que los padres no tienen celulares de alta gama como para bajar las aplicaciones o los recursos didácticos (del MEC)», comentó Corvalán.
Esa situación planteó un reto a la comunidad educativa de Fe y Alegría, dispuesta a mantener las clases para todos sus alumnos a pesar de las dificultades que planteaba la pandemia.
RADIO Y CARTILLAS COMO SOLUCIÓN
La transmisión de contenidos educativos a través de la radio no era una novedad en Fe y Alegría, ya que desde hace casi 30 años sacan adelante el Programa Rural de Educación Bilingüe Intercultural (Prebir), de educación a distancia para jóvenes y adultos.
Con esta referencia, los directores y los coordinadores de los centros apostaron por este medio para retransmitir sus clases, desde nivel infantil hasta noveno grado, con alumnos de 15 años.
La metodología es la misma que en Prebir: cartilla, radio y un encuentro semanal con el educador, que en este caso y dadas las restricciones sanitarias se ha sustituido por un «aty» (encuentro en guaraní) familiar, para que las familias también participen en el aprendizaje de sus hijos, comentó el padre Corvalán.
A pesar de la experiencia con ese programa, la nueva fórmula supuso un desafío para profesores y alumnos, que de la noche a la mañana vieron suspendidas las clases presenciales cuando apenas llevaban un mes de curso.
Cada semana, los directores y coordinadores de los centros de Fe y Alegría se reúnen para elaborar el contenido radiofónico y comprobar que este coincide con el de los cuadernillos o cartillas que los estudiantes siguen desde sus casas.
A veces acuden a los estudios de Radio Fe y Alegría, en Asunción, para grabar y otras envían sus audios por WhatsApp para que el equipo técnico los convierta en clases de media hora para cada grado.
Los educadores se ciñen al programa del MEC para cada curso, pero «contextualizado a la realidad de los estudiantes y de dónde están ubicados los centros», dijo a Efe Bernarda Fernández, del departamento de Educación de Fe y Alegría.
Como ella, los maestros presentes en la grabación de este miércoles coincidieron en la importancia de elegir los contenidos para que su transmisión y entendimiento resulte sencillo para el alumno y puedan seguir adelante con el curso.
«Son seleccionados aquellos (temas) que nosotros, de acuerdo a nuestro contexto, vemos que los niños tienen como necesidad principal y aquellos que no son tan difíciles de resolver, que mejor ayudarían a que ellos vayan creciendo en lo académico y como personas también», apuntó Héctor Ariel Orué, encargado de la Escuela Oñondive, en la ciudad de Luque.
Acostumbrados a la presencia del alumno y a resolver las dudas en el aula, los profesores se han tenido que adaptar al lenguaje radiofónico y a imaginarse a sus alumnos mientras explican la lección a través de las ondas.
Para la directora del Colegio Virgen de Caacupé (también en Luque), Mabel Jiménez, la materia más difícil para enseñar por radio son las matemáticas, algo que «realmente cuesta mucho».
«En clase tenés el contacto directo en la mirada de la maestra con el niño y eso no se puede lograr (en la radio). Realmente explicar matemáticas por audio es bastante complicado», aseguró.
Este jueves, saldrán desde Asunción las cartillas para los alumnos de todos los centros de Fe y Alegría y el lunes los padres podrán pasar a retirarlas para iniciar otra semana de clases radiofónicas que, salvo cambios del MEC, se mantendrán hasta diciembre.
EFE
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