Unos tres mil uniformados fueron desplegados en la ciudad colombiana de Cali, tras los disturbios que siguieron a las masivas protestas contra un proyecto de reforma tributaria impulsado por el gobierno, informaron autoridades este viernes.
AFP
«Vamos a militarizar la ciudad, porque lamentablemente las personas que salieron a hacer la marcha pacífica (el miércoles y jueves) ya no están en las calles, los que están son vándalos robando, atacando», dijo a Blu Radio Clara Luz Roldán, gobernadora del Valle del Cauca, departamento cuya capital es Cali.
Tras un consejo de seguridad extraordinario en la ciudad, el ministro de Defensa, Diego Molano, informó sobre la captura de 30 personas y la expulsión de seis venezolanos «comprometidos en hechos violentos de la protesta» en la ciudad de 2.2 millones habitantes.
«Hemos identificado que los hechos violentos en Cali han sido premeditados, planeados y patrocinados por organizaciones criminales», agregó, sin dar más detalles.
La alcaldía registró más de 20 heridos entre civiles y miembros de la fuerza pública así como afectaciones en más de 30 buses, ocho estaciones de servicio público y medio centenar de establecimientos.
En respuesta a los disturbios, Molano anunció la llegada de más de 700 soldados, 500 hombres de la fuerza antidisturbios (Esmad), mil 800 policías, dos helicópteros y 60 motos que apoyarán a la fuerza pública.
«No vamos a descansar hasta que Cali duerma tranquila», aseveró el ministro.
Por su parte, el jefe de la cartera de Salud, Fernando Ruiz, lamentó los ataques a la misión médica que obligaron a «aplazar» un día «la llegada de vacunas» contra el Covid-19 a la ciudad.
«Hemos tenido un incremento del 117 por ciento en los casos de ataques a la población médica», con 14 ambulancias agredidas, dijo en Blu Radio.
El 28 de abril decenas de miles de personas se volcaron a las calles en todo el país en rechazo a un proyecto de reforma tributaria promovido por el presidente conservador Iván Duque.
Aunque las manifestaciones fueron en su mayoría pacíficas, hubo disturbios en Bogotá, Cali (suroeste), Medellín (noroeste) y Pasto (suroeste). Los desmanes persisten y se han ido agudizando con el paso de los días.
En las cuatro ciudades rigen toques de queda para controlar la propagación del Covid-19 que alcanza cifras récord en 13 meses pandemia.
La ONG Temblores sostiene que un menor de edad murió por un disparo de la policía durante las protestas. Las autoridades locales solo han reconocido que un joven de 22 años falleció y un menor resultó herido en medio de «disputas» sin relación con las manifestaciones en Cali.
Según el último balance de las autoridades, 209 policías están heridos y hubo 185 capturas entre el miércoles y jueves en todo el país.
A pesar de que no hay cifras oficiales de civiles lesionados, Temblores registró 46 «víctimas de violencia física por parte de la policía».
En Pasto, cinco miembros del Esmad fueron quemados durante los desmanes del jueves. Las autoridades ofrecen una recompensa equivalente a unos 13 mil 400 dólares por información que permita la captura de quienes los atacaron.
Centrales obreras, profesores, organizaciones civiles, indígenas y otros sectores rechazan la reforma tributaria que está en curso en el Congreso por considerar que castiga a la clase media y es inoportuna en plena crisis sanitaria, y llamaron a seguir las movilizaciones.
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