Cuatro adolescentes miembros de una banda de narcotraficantes fueron condenados el viernes pasado a 42 años de prisión entre todos por impulsar una campaña de terror que incluyó el corte de la nariz y de dos dedos a una persona.
Isaac Wallace Greaves y Kai Henry Smith, ambos de 18 años, Kobi Nelson, de 19 años, y Harley Kavanagh, de 17 años, robaron a otros traficantes drogas y dinero durante varios meses.
El fiscal Michael Shaw declaró ante la corte de la corona de St Albans que un hombre fue atacado el 13 de enero de 2020 en Cotlandswick, London Colney, cerca de St Albans, con varios ladrillos que fueron lanzados a su coche.
La víctima comenzó a ser perseguida y, tras resbalar y caer en el suelo mojado, fue atacadoa con una espada Samurai y golpeado un bate de béisbol. Perdió dos dedos y sufrió la amputación total de la punta de la nariz.
Sufrió una hemorragia cerebral, fractura de cráneo, una fractura abierta en la muñeca derecha, perdió tres dientes y tuvo múltiples puñaladas.
Antes, el 9 de diciembre de 2019, un hombre en un BMW en York Road, cerca de Clarence Park, sufrió heridas de arma blanca en las manos y los brazos cuando fue atacado con machetes y espadas. Necesitó cirugía para que le reimplantaran los tendones.
El 21 de diciembre, otro hombre sufrió una emboscada en un coche. Le pincharon las ruedas de su vehículo y huyó de un adolescente que lo perseguía con un cuchillo.
Otra víctima fue perseguida en Sainsbury’s en London Colney el 23 de septiembre de 2020. Cuando salió de la tienda intentaron apuñalarlo y robarle. El personal que intentó intervenir fue amenazado.
Los cuatro adolescentes comparecieron para recibir la sentencia, tras haber sido declarados culpables por un jurado por cometer robos y provocar lesiones graves.
Los acusados, que tenían entre 15 y 18 años en el momento de cometer sus delitos, se conocieron en la escuela de St Albans.
Henry Smith también se había declarado culpable de causar lesiones corporales graves a un hombre al que apuñaló por la espalda con un gran cuchillo de combate negro en Trumpington Drive, St Albans. Nelson también admitió poseer cannabis en Harpenden.
El juez Richard Foster dijo que consideraba a Wallace Greaves, Henry-Smith y Kavanagh, que habían participado en el ataque de Cotlandswick, como delincuentes peligrosos. Esto significa que tienen que cumplir dos tercios de su sentencia antes de que puedan ser considerados para la libertad condicional. Nelson podría ser evaluado para recibir la libertad condicional después de la mitad de su sentencia.
Wallace Greaves, Henry-Smith y Kavanagh fueron condenados a 12 años de prisión cada uno, con una prórroga de 5 años, lo que significa que pueden volver a ser detenidos en cualquier momento en los próximos 17 años. Nelson fue sentenciado a 6 años.
“Se comportaron como salvajes cuando llevaron a cabo ese despiadado ataque a la víctima en Cotlandswick. Es difícil entender cómo un ser humano puede comportarse de esa manera con otro”, dijo el juez a Kavanagh y a Wallace Greaves, quienes atacaron al hombre al que le cortaron la nariz, según Daily Mail.
“Para todos ustedes existe el agravante significativo de la motivación de apuntar a traficantes de drogas conocidos, ya sea para robar su dinero o drogas a sabiendas de que es poco probable que esas víctimas cooperen con la policía”, agregó para los cuatro.
El tribunal sostiene que el 22 de octubre de 2019, antes de los cuatro eventos esbozados por la fiscalía, la policía había forzado la entrada en una casa en St Edmond’s Walk, St Albans.
Era el hogar de una persona vulnerable que estaba siendo intimidada por los cuatro que utilizaban la dirección como base.
La detective Jody Perrin dijo que esta “violencia afectó a todo St Albans y London Colney”. “Fue complicado, ya que teníamos víctimas y testigos que no nos apoyaban, que estaban petrificados para darnos cualquier información, mientras que el tráfico de drogas estaba ocurriendo fuera de sus casas, pero se quejaban de que no estábamos haciendo lo suficiente”, explicó, según Daily Mail.
Por su parte, el detective inspector Ady Lysak aseguró que “estos delitos estaban predeterminados, organizados y ejecutados con el objetivo de intentar ejercer su autoridad sobre las operaciones de droga que se llevaban a cabo en St Albans”.
“Estos adolescentes eran peligrosos, no sólo para los demás, sino también para ellos mismos. Organizaban encuentros con la droga en las calles residenciales armados con machetes y espadas, lo que era visto por las familias, incluidos los niños”, añadió.
“Estamos encantados de que estos individuos estén ahora entre rejas y de que los residentes de St Albans y London Colney puedan seguir con sus actividades cotidianas sin el temor a la violencia. Ha sido una de las mayores respuestas policiales a una serie de incidentes en St Albans”, señaló el sargento detective Tom Evans.
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