Desde el 3 de agosto, y por primera vez desde el inicio del brote de covid-19 en Corea del Norte el pasado mes de abril, no se han registrado infecciones, reporta el medio estatal coreano KCNA. El 99,9% de los enfermos se ha recuperado, habiéndose registrado más de 4,7 millones de «casos de fiebre» , lo que significa que la pandemia está actualmente en «fase de estabilidad», según las autoridades.
El líder del país, Kim Jong-un, calificó el primer brote del coronavirus en el país de «gran conmoción» y ordenó «bloquear completamente la transmisión del virus maligno», con estrictas restricciones, siguiendo el ejemplo de China.
En el último informe publicado por KCNA se anuncia que el Partido del Trabajo de Corea continuará esforzándose «para controlar y gestionar de manera más estable la situación antiepidémica general y fortalecer la defensa contra la epidemia».
Al mismo tiempo, en Corea del Sur temen que, una vez controlada la pandemia, Pionyang reanude sus pruebas de misiles nucleares. El profesor de la Universidad de Estudios de Corea del Norte en Seúl, Yang Moo-jin, declaró que «la situación con el covid-19, junto con la oposición de China y las condiciones climáticas, fue lo que retrasó la prueba nuclear de Corea del Norte».
Por su parte, el secretario del Estado de EE.UU., Antony Blinken, también expresó su opinión de que el líder norcoreano planea «llevar a cabo su séptima prueba nuclear». En respuesta a todas estas acusaciones, Corea del Norte publicó un documento en que proclama que salió del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) de forma legal, por lo que «nadie tiene derecho o razón para acusarle por poseer armas nucleares».
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