Las autoridades surcoreanas se han activado para contener un nuevo brote de coronavirus, en busca de miles de personas que pudieron haber sido infectadas en un foco de casos vinculados a clubes nocturnos y bares en Seúl, la densamente poblada capital del país.
Hyonhee Shin y Josh Smith | Reuters
El país asiático ha sido elogiado por su rápida acción contra la pandemia, reduciendo significativamente la tasa de nuevas infecciones en las últimas semanas, pero el resurgimiento en el número de casos ha generado inquietud sobre la posibilidad de una segunda ola.
Las autoridades informaron de 35 nuevas infecciones en todo el país a partir de la medianoche del domingo, el segundo día consecutivo de nuevos casos de esa magnitud y las cifras más altas en más de un mes.
Veintinueve de esos nuevos casos se relacionaron con un brote en varios clubes nocturnos y bares de Seúl, muchos de ellos de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero y queer (LGBTQ).
Esta circunstancia ha complicado la labor de las autoridades, que tratan desesperadamente de rastrear a los infectados en una nación donde la homosexualidad abierta es a menudo tabú y las personas LGBTQ aún sufren discriminación, incluida la pérdida de empleo y agresiones verbales.
Las autoridades han evaluado a más de 2.450 personas que habían visitado los locales nocturnos en el vecindario de Itaewon, pero aún estaban tratando de localizar a unos 3.000 más. También se hicieron pruebas diagnósticas a cientos de personas que entraron en contacto con los que habían acudido a estas discotecas.
“Nuestra principal prioridad es minimizar la propagación de las infecciones en el área metropolitana de Seúl”, dijo el primer ministro Chung Sye-kyun en una reunión con funcionarios del Gobierno el lunes, pidiendo a los gobiernos locales que trabajen con la policía para localizar a los clientes. “Deberíamos encontrarlos y probarlos rápidamente, y la velocidad es clave”.
Los Centros Coreanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (KCDC, por sus siglas en inglés) dijeron que 86 personas dieron positivo en relación con el brote de Itaewon, que se hizo público el viernes, incluidas personas que viajaron a la capital y posteriormente regresaron a sus hogares.
El alcalde de Seúl, Park Won-Soon, suplicó a los que hubieran estado en locales nocturnos que se hicieran la prueba, prometiendo que se protegería su privacidad y advirtiendo sobre la posibilidad de multar a quienes no se hagan el test.
“Si Seúl fue infectada, la nación está en riesgo” , dijo Park, que señaló que la ciudad actualmente tiene alrededor de 700 de los 10.909 casos de la nación, donde ha habido 256 muertes.
¿SEGUNDA OLA?
El aumento en los casos se produce justo en un momento en que el Gobierno de Corea del Sur ha relajado algunas restricciones de distanciamiento social y reabierto escuelas y negocios. Datos oficiales publicados el lunes mostraban que las exportaciones e importaciones sufrieron una caída abrupta en los primeros 10 días de mayo, lo que pone de relieve las difíciles perspectivas para la cuarta economía más grande de Asia.
El superintendente de educación de Seúl, Cho Hee-yeon, emitió un comunicado proponiendo retrasar una semana la reapertura de las escuelas, que debían reactivarse el miércoles, en vista del nuevo brote.
Las firmas tecnológicas Kakao Corp y Naver Corp suspendieron los planes para que los empleados regresen a la oficina a partir del lunes, después de que se informaran dos casos relacionados con brotes en locales nocturnos en la empresa tecnológica TmaxSoft, según portavoces de la compañía.
Los 69 casos notificados por los KCDC en las últimas 48 horas fueron equivalentes al número de casos registrados durante toda la semana anterior.
Aún así, el director de los KCDC, Jeong Eun-kyeong, dijo que aunque el brote era preocupante, todavía no es apropiado hablar de una segunda ola.
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