Entre las principales líneas de trabajo de la embajada en Hungría una vez que cese el gobierno usurpador, está devolver a nuestra representación diplomática su cabal jerarquía y funcionalidad.
Enrique Alvarado / ALnavío
Hace menos de un año fui designado por la Asamblea Nacional de Venezuela representante en misión especial del Presidente Juan Guaidó ante el gobierno de Hungría. He sido recibido por las autoridades húngaras con cordialidad y respeto, con total colaboración. He tenido la oportunidad de reunirme con el señor Primer Ministro, Viktor Orban, con su canciller, Peter Szijjarto, en visita oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores, y con autoridades del Parlamento de Hungría.
Quiero destacar que en este corto tiempo que llevo en Budapest, y a pesar de las limitaciones que tengo, me he podido reunir con todos los embajadores de los países del Grupo de Lima acreditados en Hungría. Asimismo con embajadores de otros países acreditados, solidarios con la causa de los demócratas venezolanos. He podido entrar en contacto con distintos sectores de la sociedad húngara.
Numerosas personalidades venezolanas han visitado Budapest en este corto tiempo, invitados a participar en foros y conferencias en universidades e institutos superiores de educación y de relaciones internacionales, en el Parlamento, y con el gobierno húngaro.
Quiero resaltar que los ciudadanos del éxodo venezolano han estado huérfanos ante la ausencia de un embajador del gobierno usurpador.
Entre los principales objetivos que me he trazado en lo político está profundizar el diálogo, las relaciones con las autoridades y los distintos sectores de la sociedad húngara, que faciliten y profundicen la colaboración mutua en asuntos bilaterales y multilaterales de interés para los dos países.
Entre las principales líneas de trabajo que me he propuesto desarrollar en Hungría una vez que cese el gobierno usurpador, está devolver a nuestra representación diplomática su cabal jerarquía y funcionalidad. Entre otras cosas mudar la sede de nuestra embajada a un lugar decente, pues actualmente está ubicada en un apartado rincón de los bosques de Buda. Dotarla de una sede con representatividad y visibilidad, un lugar digno, con el escudo y la bandera venezolana flameando a la vista y al servicio de nuestra diáspora y amigos.
Queremos organizar, a pesar de las limitaciones que tendremos, una embajada moderna, funcional y profesional, potenciar su servicio con una ágil sistematización del trabajo, la reasignación de tareas, la creación de un servicio moderno y actualizado de archivos, el fomento de la responsabilidad y el trabajo en el personal diplomático y civil.
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