polémica del ‘Delcygate’. Durante el pleno del Senado, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación reconoció que, gracias a la aerolínea handling, pudo confirmar “pasadas las 20.00 horas” que Delcy Rodríguez viajaba a España el pasado 19 de enero. Unas declaraciones que buscaban ‘echar un cable’ a su compañero José Luis Ábalos, pero que terminaron por llevarla a un callejón sin salida, así reseñó Periodista Digital
La nueva información ofrecida por Arancha González Laya surge de la interpelación del ‘popular’ David Erguido. Sin embargo, al percatarse de que estaba ahondando en la caja de Pandora, la ministra rechazó responder si su Ministerio autorizó el sobrevuelo y aterrizaje del avión, si las maletas que bajaron del avión eran valija diplomática y en tal caso qué funcionario las custodiaba. Tampoco aportó ningún dato sobre qué hablaron Ábalos y Rodríguez.
David Erguido ha advertido a la ministra de que, además de tener que «defender actuaciones que rayan en la prevaricación», la iniciativa de Ábalos ese domingo de enero «tiene consecuencias muy negativas para España y su credibilidad en el exterior» y a sus planes de impulsar una solución negociada. «Hemos perdido liderazgo europeo en la oposición al narcorégimen venezolano y hemos dado alas a los criminales de ese régimen».
Y es que González Laya ha defendido que la posición del Gobierno español no ha cambiado y que pasa por impulsar una solución negociada entre los propios venezolanos que permita la celebración de elecciones presidenciales libres y democráticas.
La peligrosa dictadura
Erguido se ha preguntado si esa «solución negociada» pasa por que la «oligarquía de la narcodictadura pueda esquilmar bien a Venezuela de manera que el día que tengan que salir por pies puedan tener buen acomodo en terceros países» y ha opinado que Ábalos no es «una especie de Yasir Arafat» en un proceso de paz, sino que su papel se ajusta más a los de «Mortadelo y Filemón».
La ministra ha acusado al PP de «un intento constante de socavar una política exterior de España» y ha asegurado también que España «cumple plenamente» con las decisiones europeas de imponer sanciones a responsables del régimen venezolano, y que las apoyó cuando se aprobaron.
Además, ha insistido en el argumento de que Rodríguez no entró en territorio Schengen porque no franqueó el control de pasaportes y que la situación se gestionó evitando una crisis más grave.
Para eso, ha apostado por «establecer un nuevo marco de negociación política que construya sobre lo conseguido en el proceso de Oslo» que se suspendió en agosto. Eso sí, ha afirmado que los instrumentos que se utilicen para ellos «deben tomar en consideración los cambios registrados en las circunstancias sobre el terreno».
El Gobierno quiere que la comunidad internacional se implique más y para eso ha ofrecido que España acoja una reunión del grupo internacional de contacto. Además, ha apoyado una conferencia internacional de solidaridad para la crisis de refugiados y migrantes, que dé continuidad a la celebrada en octubre.
Con información de Periodista Digital
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