Arturo Murillo, ministro de Interior del Gobierno interino de Bolivia, informó de la destrucción de un laboratorio dedicado a la producción de cocaína en la región de Cochabamba de ese país.
Por Primer Informe
En el operativo, que incluyó intercambio de disparos con los narcotraficantes, también se incautaron 200 kilogramos de cocaína. Pero en medio de la acción policial, tres oficiales de las fuerzas de seguridad fueron emboscados y secuestrados.
Los policías fueron rescatados el viernes y el Murillo indicó que hay «varios» aprehendidos. Añadió que buscan a dos personas que serían los dueños de la fábrica destruida en el operativo del jueves.
Murillo explicó que uno de los solicitados es una mujer que tiene «credencial» del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido del expresidente Evo Morales, y se trataría de una «alta dirigente».
«Que no me digan después que el MAS no protege al narcotráfico», declaró.
Sobre los policías secuestrados dijo que fueron capturados «por ser extremadamente tolerantes con los narcotraficantes, ellos debieran haber hecho uso de sus armas».
Para el rescate de los tres agentes que pertenecen a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico se movilizaron helicópteros y unas quince patrullas, que continúan en el lugar porque hay armamento que no se ha recuperado.
La conexión venezolana
Las regiones dedicadas la siembra de la hoja de coca constituyen un bastión de apoyo político al ex presidente Evo Morales.
Venezuela es un paso obligado para la droga que se produce en Bolivia. El Gobierno boliviano indicó que Venezuela y Cuba son dos de los destinos a los que llega la droga que se produce en la nación andina.
De acuerdo con Murillo, los traficantes emplean a ambos países caribeños como plataformas que les permiten hacer escala y luego trasladar sus estupefacientes hasta otros destinos como Europa y los Estados Unidos.
Por su parte, la presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, felicitó a través de un mensaje en Twitter el trabajo de UMOPAR por rescatar con vida a los tres agentes y pidió «redoblar el esfuerzo en la lucha contra las drogas».
La coca en la política boliviana
La hoja de coca está consagrada en la Constitución de Bolivia por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para fabricar cocaína.
La Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito señaló en su informe anual que los cultivos de coca en Bolivia aumentaron un 10 % en 2019 con relación al año anterior, al pasar de 23.100 a 25.500 hectáreas.
El trópico de Cochabamba, donde se encuentra Chimoré, es una de las principales zonas productoras de hojas de coca en Bolivia y es considerado el bastión político y sindical del exmandatario, que sigue siendo el máximo dirigente de los cocaleros del lugar.
Con información de EFE y EVTV Miami.
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