La Segunda Marquetalia, disidencia formada por firmantes del acuerdo de paz de 2016 entre el Gobierno colombiano y la antigua guerrilla FARC que retomaron las armas, se suma a la iniciativa de ‘paz total’ del presidente Gustavo Petro con el anuncio de un diálogo que deja ciertos interrogantes.
Hasta el momento, el Gobierno colombiano está avanzando en dos procesos paralelos de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC integrada por guerrilleros que nunca se sumaron al acuerdo de 2016.
El diálogo con la Segunda Marquetalia, sin embargo, plantea la incógnita de si será un proceso similar a los ya comenzados, ya que en varias ocasiones funcionarios del Gobierno han insinuado que en su caso la negociación se abordaría desde un sometimiento a la Justicia y no como una negociación política puesto que ya tuvieron su oportunidad de sumarse a la paz y la rechazaron.
En el anuncio de hoy no se dieron más detalles, ni del procedimiento ni de las fechas o del lugar donde se llevarán a cabo las negociaciones.
«Coincidimos en la necesidad de llevar a cabo un proceso de paz ordenado, ágil, riguroso y respetuoso, que brinde tranquilidad y certezas a la sociedad colombiana en el compromiso genuino de la solución política y la construcción de la paz», reza la declaración conjunta firmada por el alto comisionado de Paz, Otty Patiño, y por el jefe de la Segunda Marquetalia, ‘Iván Márquez’, a quien se dio por muerto varias veces.
Radiografía de la Segunda Marquetalia
La Segunda Marquetalia está liderada por Luciano Marín Arango, conocido como ‘Iván Márquez’, quien fuera el jefe negociador de las FARC en La Habana donde se logró la paz entre esa guerrilla y el Gobierno colombiano, y llegó a ser el número dos de ese grupo armado.
En agosto de 2019, casi tres años después de firmar la paz, Márquez anunció que retomaba las armas al frente de la Segunda Marquetalia, en referencia al lugar de nacimiento de las FARC hace más de medio siglo, por supuestos incumplimientos del Gobierno a lo pactado. A él se sumaron otros comandantes de la guerrilla que se volvieron a alzar en armas.
Desde entonces, se ha especulado varias veces con su muerte. En 2022 se informó que habría muerto en un atentado perpetrado por otro grupo armado con el que la Segunda Marquetalia se disputaba la frontera colombo-venezolana y en julio del año pasado medios colombianos también volvieron a asegurar que había muerto; ambas veces desmentida.
La Segunda Marquetalia tiene unos 650 integrantes en todo el país, por lo que actualmente tiene «poca consolidación y articulación», según la Fundación Ideas para la Paz (FIP), que en un reciente informe aseguró que «es la organización ilegal que más golpes ha recibido en los últimos años».
La FIP también apunta a la falta de un mando vertical y unificado, ya que la Segunda Marquetalia está formada por grupos con poder territorial, independencia y acceso a fuentes de financiación.
Para esta disidencia, Venezuela ha sido un territorio estratégico, donde se ha ido expandiendo a través de la frontera y gran parte de su fuerza, al igual que sus jefes, se encuentran en ese país.
Por esa razón, es previsible que Venezuela vuelva a jugar un papel importante en el proceso, como ha sido en la negociación con las FARC y ahora con el ELN. De hecho, en el comunicado de hoy se le menciona, junto a Cuba y Noruega, la ONU y la Conferencia Episcopal como posibles «acompañantes».
La ‘paz total’
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, llegó a la Casa de Nariño (sede de Gobierno) con la promesa de una ‘paz total’ que, hasta el momento, ha atravesado varios baches a pesar del logro de entablar diálogos de paz con tres grupos armados diferentes y varios ceses el fuego.
El primer proceso anunciado fue con el ELN, con el que el Gobierno acaba de celebrar el sexto ciclo de diálogos y tiene vigente un cese el fuego bilateral.
Este diálogo, sin embargo, ha tenido momentos de tensión por los secuestros, especialmente después de que se conociera la autoría del ELN en el del padre del futbolista Luis Díaz.
Con el EMC, la otra disidencia de las FARC, las relaciones han sido tensas desde el comienzo e incluso llegaron a suspenderse las negociaciones después de que los guerrilleros acusaran al Gobierno de incumplimientos.
El Gobierno siempre ha defendido la posibilidad de poder alcanzar acuerdos de paz con cada grupo antes de que termine el mandato de Petro, en agosto de 2026, lo que algunos expertos dudan que pueda ser posible ya que los acuerdos parciales alcanzados hasta el momento no incluyen aspectos fundamentales ni se ha puesto sobre la mesa la dejación de armas. EFE
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