Cuatro militares que erradicaban narcocultivos murieron este lunes en un ataque de rebeldes disidentes de las FARC en Norte de Santander, departamento colombiano fronterizo con Venezuela, según fuentes oficiales.
AFP
Los uniformados fueron asesinados “en estado de indefensión, con tiros en la cabeza”, por guerrilleros que se apartaron del acuerdo de paz suscrito a finales de 2016 con el ahora partido FARC.
El ejército precisó en un comunicado que el cabo segundo Helmer Mauricio Ortiz y los soldados Óscar Eduardo Mendoza, Vicente Antonio Medrano y William Felipe Melchor, fueron atacados mientras arrancaban matas de coca, materia prima de la cocaína, en el municipio Sardinata (noreste).
Otro soldado quedó “herido gravedad” y recibe atención médica, agregó.
Por su parte, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció el traslado del comandante del ejército a la zona “para coordinar operaciones que permitan dar con el paradero de los responsables”.
Atroz masacre de 3 soldados y 1 suboficial en Sardinata duele e indigna. El mejor homenaje a sus familias es incrementar acciones en lucha contra el narcotráfico. Comandante del @COL_EJERCITO se desplaza a la zona para dirigir operaciones contra responsables de miserable hecho. pic.twitter.com/TnIbg4kvKn
— Fundación Carlos Holmes Trujillo (@CarlosHolmesTru) September 1, 2020
Presionado por el deterioro de la seguridad en el país, el gobierno de Iván Duque ha apuntado al narcotráfico como responsable del rebrote de la violencia con múltiples matanzas en lo que va del año.
Como solución propone reactivar las fumigaciones aéreas de narcocultivos, suspendidas desde 2015 por una recomendación internacional que advertía que el glifosato es un herbicida potencialmente cancerígeno.
Este “crimen atroz (…) nos obliga a incrementar nuestras acciones en la lucha contra el narcotráfico”, aseguró Holmes en una declaración enviada a la prensa.
Colombia es el principal productor mundial de hoja de coca, con unas 154.000 hectáreas sembradas en 2019, según la ONU.
Durante el gobierno de Duque, en el poder desde 2018, la cantidad de hectáreas sembradas se redujo en comparación con el pico de 171.000 en 2017, pero la capacidad de producción se mantuvo estable.
Tras el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en 2017, grupos disidentes y bandas del narcotráfico, además de la guerrilla del ELN, se disputan el control de los cultivos y rutas para el envío de cocaína a Estados Unidos y Europa.
AFP
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