Donald Trump aseguró este domingo que no tiene intención de reunirse con el presidente iraní, Hassan Rohani, durante la celebración de la Asamblea General de la ONU, después de las crecientes tensiones tras el ataque a una petrolera saudí la semana pasada, que Riad y Washington atribuyen al régimen de Teherán.
«Nada está descartado, pero no tengo intención de reunirme con Irán», reconoció el presidente de Estados Unidos en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca antes de partir hacia los estados de Texas y Ohio, donde tiene dos eventos previos a su llegada a Nueva York para la reunión de líderes mundiales.
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Trump había insinuado en las últimas semanas que le gustaría encontrarse con Rohani para tratar de desencallar la convulsa situación entre ambos países y se planteó incluso relajar las sanciones a Teherán, pero los ataques de la semana pasada a dos refinerías saudíes cambiaron radicalmente el guión: la Casa Blanca aumentó sus restricciones a Irán y anunció el envío de tropas a Arabia Saudita.
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Aunque el presidente persa se había negado a reunirse con él antes incluso de los ataques en el Golfo, Trump soñaba con copar las portadas con una foto histórica como la que protagonizó el año pasado con el dictador norcoreano, Kim Jong-un.
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, adelantó que Estados Unidos buscará apoyo internacional en la Asamblea General de Naciones Unidas frente al régimen de Irán. Asimismo, sostuvo que Washington intenta evitar una guerra con Teherán.
«El presidente (Donald Trump) y yo queremos darle todas las oportunidades a la diplomacia de tener éxito», señaló el jefe de la diplomacia norteamericana a la cadena ABC.
«Estoy en Nueva York, estaré en la ONU toda la semana para hablar de eso», agregó el secretario de Estado. «Esperamos que las Naciones Unidas adopten una posición de firmeza».
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La ONU «fue creada exactamente para este tipo de cosas, cuando un país ataca a otro país, y esperamos que la ONU se movilice», remarcó Pompeo.
Por su parte, en diálogo con Fox News Sunday, aseguró que la misión de Estados Unidos «es evitar la guerra». «Vieron lo que el secretario (de Defensa, Mark) Esper anunció el viernes, estamos poniendo fuerzas adicionales en la región con el propósito de disuasión y defensa».
Aclaró, no obstante, que Trump tomará las medidas necesarias si Irán no cambia su comportamiento: «Si esa disuasión continúa fallando, también estoy seguro que el presidente Trump seguiría tomando las acciones que son necesarias».
El régimen de Irán niega cualquier responsabilidad por estos ataques aéreos contra dos grandes instalaciones petroleras en Arabia Saudita, el 14 de septiembre, que fueron reivindicados por los rebeldes hutíes, respaldados por Teherán en Yemen.
Las tensiones han aumentado de manera constante entre Teherán y Washington desde la retirada unilateral de Estados Unidos, en mayo de 2018, del acuerdo nuclear iraní alcanzado en 2015, seguido por el restablecimiento de fuertes sanciones contra Irán.
Washington y Teherán se acercaron a un enfrentamiento militar directo en junio. Trump aseguró haber cancelado los ataques contra objetivos iraníes a último minuto después de que la República Islámica derribara un dron estadounidense en el Estrecho de Ormuz.
Cuando se le preguntó sobre el envío de refuerzos militares a la región anunciados el viernes por el Pentágono, Pompeo enfatizó que el objetivo era «obligar a Irán a tomar la decisión de convertirse en un país normal».
Con información de AFP
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