La economía de los territorios palestinos muestra «señales de recuperación», pero todavía enfrenta serios desafíos como «un alto desempleo y un deterioro de las condiciones sociales» en la franja de Gaza, dijo el Banco Mundial el martes.
AFP
En la primera mitad de 2021, la economía creció un 5,4% y debería alcanzar un 6% este año, indicó un informe de esta institución. Pero en 2022, este crecimiento se frenará hasta un 3%, añadió.
«El futuro es todavía incierto», señaló Kanthan Shankar, director del Banco Mundial en Cisjordania y Gaza.
El progreso «depende de acciones coordinadas de todas las partes para revitalizar la economía y ofrecer oportunidades de trabajo a la población joven», añadió.
La economía palestina se vio impactada por las restricciones para frenar el coronavirus y, en la franja de Gaza, por el devastador conflicto de once días contra Israel en mayo.
En ese pequeño territorio controlado por el grupo islamista Hamás, el desempleo es del 45% y la tasa de pobreza llegó al 59% de la población, contra 43% hace cinco años.
«Las nefastas condiciones de vida y la alta dependencia de la asistencia social de la población en Gaza es de especial preocupación», dijo Shankar.
En la Cisjordania ocupada, la tasa de desempleo es del 17%, calcula el Banco Mundial, alertando también de la débil situación fiscal de la Autoridad Palestina, con un déficit que alcanzará los 1.360 millones de dólares en 2021.
Por ello, la institución pide a donantes que «ayuden a reducir el déficit presupuestario» y a Israel que «transfiera sistemáticamente» los ingresos obtenidos de empresas que operan en la llamada Área C del Cisjordania, controlada completamente por Israel según los Acuerdos de Oslo de 1995.
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