La Justicia ha ordenado la deportación de Friedrich Karl Berger, un ciudadano alemán nonagenario con residencia en Memphis (Tennessee, EE.UU.) que trabajó como guardia armado del campo de concentración nazi de Neuengamme (Hamburgo, Alemania) en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, según lo informó el Departamento de Justicia de país norteamericano mediante un comunicado emitido este jueves.
Tras un juicio de dos días la jueza de inmigración Rebecca Holt determinó que Berger tiene que ser deportado a su país debido a su «servicio voluntario como guardia armado de prisioneros en un campo de concentración donde hubo persecuciones». Asimismo, indicó que el hombre sirvió en un subcampo cerca de Meppen que albergaba prisioneros judíos, polacos, rusos, daneses, holandeses, letones, franceses, italianos y «opositores políticos» de los nazis.
Holt detalló que en 1945 los prisioneros del campo de Meppen sufrieron condiciones «atroces» y fueron sometidos a «trabajos forzados […] hasta el agotamiento y la muerte» en campamentos nazis. Berger admitió que vigiló a los prisioneros para evitar que escaparan. Asimismo, participó en la evacuación forzada de prisioneros al campo de Neuengamme, un traslado que duró dos semanas y que se realizó «en condiciones inhumanas», cobrándose la vida de unas 70 personas.
«Berger era parte de la maquinaria de opresión de las SS que mantenía a los prisioneros de los campos de concentración en condiciones atroces de confinamiento», aseguró el fiscal general adjunto Brian Benczkowski. Además, se detalló que el hombre seguía recibiendo una pensión por su trabajo en Alemania, «incluido su servicio de guerra».
Crímenes de guerra
Por su parte, David Shaw, del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés), aseveró que se trata de un ejemplo del compromiso de las autoridades para que el país norteamericano «no sirva como un refugio seguro para los violadores de los DD.HH. y los criminales de guerra». Este funcionario añadió que se continuará con su misión «con este tipo de casos para que se haga justicia».
En 1946 las autoridades de ocupación británicas en Alemania acusaron de crímenes de guerra por «malos tratos y asesinatos de ciudadanos aliados» al oficial de las SS Obersturmführer Hans Griem, que había estado al mando del campo de Meppen, así como a otros tres trabajadores de ese lugar. Griem logró huir antes del juicio, pero las otras tres personas fueron condenadas por crímenes de guerra un año después.
Desde 1979 el Departamento de Justicia de EE.UU. ha llevado a cabo una investigación para encontrar y deportar a personas que participaron en las persecuciones nazis, habiendo procesado con éxito 109 casos penales.
Con información de RT
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.