Invitado a la Organización de Estados Americanos el representante especial para Venezuela del gobierno de Estados Unidos, Elliott Abrams, ha pedido a la comunidad internacional, incluidos los países europeos, «que condenen las violaciones de los derechos humanos en Venezuela», en especial después de que el régimen torturara y matara al capitán Rafael Acosta Arévalo, cuyo cuerpo ha sido enterrado sin que lo haya podido reconocer su mujer. ABC reveló en exclusiva las conclusiones de la autopsia del capitán, que revelaba los efectos de una brutal paliza.
«Esta violencia ha obligado a huir de Venezuela a cuatro millones de personas, que pronto serán cinco millones. La carga sobre los vecinos de Venezuela es muy grave, y no podemos agradecer lo suficiente el esfuerzo que hacen países como Colombia, Ecuador y Brasil, además de las islas antillanas», dijo Abrams, quien agradeció que el nuevo gobierno conservador de Grecia haya reconocido a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, algo que no había hecho anteriormente el populista de izquierda Alexis Tsipras.
En un punto de la conferencia, en la que han participado disidentes y diplomáticos venezolanos, el secretario general Almagro ha dicho claramente que, conforme están las cosas ahora, sólo EE.UU. puede solucionar la crisis en Venezuela. «Para que este proceso tenga éxito, dependerá esencialmente de la presión que ponga EE.UU. sobre dos factores fundamentales: sobre el factor cubano y el de la lógica criminal y usurpadora de Nicolás Maduro. Esa presión es responsabilidad de EE.UU. Aunque haya un proceso de negociación, si sale algo de esa mesa de negociación será por la presión aplicada por EE.UU. con las sanciones y otras amenazas creíbles», dijo Almagro.
La Unión Europea —y dentro de ella con especial énfasis España— ha defendido la necesidad de una negociación con el régimen que EE.UU. contempla con escepticismo. Recientemente el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, acusó al equipo que encabeza Abrams de «actuar como un cowboy» en Venezuela. Preguntado por ABC por esas afirmaciones, efectuadas por quien asumirá la cartera de Exteriores en el nuevo ejecutivo comunitario, Almagro ha respondido que espera que Borrell demuestre firmeza y compromiso con la democracia no sólo con respecto a Venezuela sino también a Cuba.
«Si hay dos organizaciones en el mundo las cuales están inspiradas en los mismos valores de defensa de la democracia y protección de los derechos humanos y tienen mecanismos e instancias propias para la defensa de la democracia son la UE y la OEA», dijo Almagro. «Esperamos que actúe consecuentemente y que ambas instituciones actúen de la misma forma y con los mismos compromisos para restaurar la democracia en Venezuela y en Cuba».
Almagro ha puesto de relieve un dato que el general venezolano Manuel Christopher Figuera, huido de Venezuela tras el fracaso de un pronunciamiento contra Maduro, reveló en una entrevista publicada por ABC el jueves. «Dijo Christopher Figuera que había 15.000 cubanos en Venezuela», dijo el secretario general. «No conozco ningún país en el mundo, mucho menos en este continente, en el que Cuba haya intervenido para restaurar la democracia. Nunca ocurrió y nunca ocurrirá».
Con información de ABC