Estados Unidos ha desplegado este lunes 90 soldados en la provincia turca de Sanliurfa, limítrofe con el noreste de Siria, para establecer un centro de operaciones conjuntas con el Ejército turco destinado a crear una “zona segura” en el noreste sirio, informó la agencia privada Demirören.
El envío de militares para la creación de un centro común de operaciones es el primer paso de un acuerdo pactado por Washington con Ankara el pasado 7 de agosto, cuyo objetivo final es poner bajo control turco una franja fronteriza de territorio.
El pacto se alcanzó días después de que Ankara reiterara su amenaza de intervenir militarmente en el noreste de Siria ante la falta de acuerdo que había con Washington sobre este asunto.
Turquía exige que la zona se extienda en la parte oriental de la frontera turcosiria, al este del río Éufrates, una región de mayoría de población kurda y dominada por las milicias Unidades kurdosirias de Protección del Pueblo (YPG).
Ankara considera las YPG terroristas por sus vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía, mientras que Washington las respalda como aliadas en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Estados Unidos y Turquía no han alcanzado aún un acuerdo sobre el tamaño de la futura “zona de seguridad”.
El Gobierno sirio ha rechazado enérgicamente el citado pacto acordado por Washington y Ankara, al considerar que el plan es un ataque a su soberanía y una violación flagrante de los principios del Derecho Internacional y la Carta de la ONU.
También lo rechazan los kurdos de Siria, que acusan a Turquía de querer atacar las zonas autónomas de la región, según declaró a Efe el pasado jueves, tras conocerse el acuerdo turco-estadounidense, Shahin Najib al Ali, portavoz de la administración civil de Kobane, en el Kurdistán sirio.
“Nosotros como kurdos, al igual que las otras etnias en la zona, conocemos la intención del Estado turco a la hora de crear esta franja segura. Su objetivo es simple y claro: atacar estas administraciones autónomas”, dijo Al Ali.
Las autoridades kurdosirias rechazan esta franja de seguridad “porque ya el norte de Siria es una zona segura y no necesita ninguna otra zona para que lo sea”, subrayó el portavoz.
EFE