Quinto en las encuestas a la Alcaldía de Sao Paulo, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Jilmar Tatto, ha visto a una pequeña formación de izquierdas (PSOL) tomar el protagonismo en la campaña electoral, pero asegura que la sigla liderada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sigue siendo la voz de la «periferia».
Alba Santandreu / EFE
A 14 días para las elecciones municipales en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Latinoamérica, el exdiputado, quien cuenta con un 6 % de intención de voto pese al apoyo de Lula, considera que el sorprendente avance del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) no va a restar protagonismo al PT como representante de la clase obrera brasileña.
El PSOL, quien tiene como representante al excandidato presidencial y exlíder del Movimiento Sin Techo Guilherme Boulos, figura en tercer lugar, con un 13 % de intención de voto, por detrás del actual alcalde Bruno Covas y de Celso Russomanno, que cuenta con el apoyo velado del presidente Jair Bolsonaro.
Tatto, de 55 años, ha atribuido el mal desempeño electoral del PT a la restricciones impuestas por la pandemia del nuevo coronavirus y a su falta de popularidad, aunque confía en llegar a una segunda vuelta y relanzar la formación, en horas bajas desde 2016.
P. ¿Cómo evalúa el desempeño de su candidatura en la carrera electoral?
R. Es una elección atípica. El PT tiene tradición de hacer muchas campañas en la calle, inclusive con el expresidente Lula. No hemos dejado de hacerlo, pero tenemos algunas dificultades. Hasta ahora la población no está atenta a la elección, esa es la primera parte. Hay una aceptación muy grande de mi candidatura, aunque la aceptación es más hacia el PT y a Lula, porque yo no soy una persona conocida. Estoy dándome a conocer ahora.
P. Boulos se encuentra en tercer lugar en las encuestas con un 13 % de intención de voto… ¿Cómo evalúa el ascenso del PSOL?
R. La característica de elector de Boulos es que tiene una educación superior y es rico. La mía, por mi historia y la del PT, es lo contrario, clases más bajas. Y ese sector no tiene aún una opinión sobre los candidatos. Creo que voy a crecer en las encuestas.
P. ¿Temen que el PSOL asuma el protagonismo del PT dentro de la izquierda?
R. Es un debate más sociológico (…) Es un sector más radicalizado, que a veces no tiene tanta preocupación de gobernar, más contestatario. El PSOL tiene algunas características diferentes del PT. El PT nace dentro de la vida del pueblo, de la iglesia progresista, de los barrios, de los sectores pobres. El PT es más periferia y el PSOL más universidad.
El hecho del PT haber sido Gobierno en Sao Paulo, tres veces, nos otorga más responsabilidad desde el punto de vista de gobernar, aplicar un programa de gobierno más sólido (…) Un día puede ser que (el PSOL) tenga éxito en Brasil, pero en ese momento creo que la ciudad de Sao Paulo exige una persona con más experiencia en función de los desafíos de la pandemia y la pospandemia.
P. El PT viene perdiendo espacio desde las elecciones municipales de 2016, cuando el entonces alcalde Fernando Haddad perdió en primera vuelta ante el empresario Joao Doria. ¿Qué cree que ha fallado en el partido en los últimos años?
R. La fatiga del tiempo que (el PT) estuvo en el Gobierno. El segundo mandato de Dilma Rousseff fue un Gobierno difícil, en el sentido de que no hubo un reconocimiento por parte de ( el entonces candidato opositor) Aecio Neves, del PSDB (Partido Social de la Democracia Brasileña). Junto con los grandes medios, con Globo, comenzó el proceso para dar un golpe (de Estado), para destituir a Dilma.
Nuestra falta de capacidad, con las características de la propia Dilma, que tiene una característica diferente a la de Lula. Ella tiene dificultad de dialogar y de hacer alianzas, que no sabría decir si es un defecto o no, el hecho es que fue destituida.
La razón del «impeachment» fue totalmente un fraude. Luego está el proceso de la Lava Jato, una farsa, que culminó con elección de Bolsonaro y (el exjuez) Sergio Moro siendo su ministro de Justicia. Esos hechos hicieron que el PT llegara en 2016 al fondo del pozo.
P. ¿Cree que afectaron los escándalos de corrupción?
R. Los Gobiernos del PT fueron los que fortalecieron los órganos de control. ¿Dime el nombre de una persona del PT que tenga una cuenta en el exterior? Hay una nube oscura y da la impresión que todos los del PT eran un bando de delincuentes y Lula era el jefe. Y ahora con el comportamiento de Moro se comprobó que era una gran farsa.
P. ¿No hubo corrupción en el partido?
R. ¿Dónde? Corrupción, no. Lo que hubo en un momento histórico del país fue un mecanismo de caja B que era usual, que no era crimen en aquel periodo. El PT acabó usando Caja B y todos los partidos la usaron. Y en algún momento solo el PT fue culpado de eso. Nuestro error político estaba ahí, deberíamos haber usado la fuerza política y social que teníamos en ese momento en el segundo mandato de Lula para hacer reformas estructurales en la parte de economía y política. La financiación pública de campaña podría haber sido hecha. Nuestro error fue no haber hecho más, no haber sido más osados. No haber trabajado para que el país pudiera salir de ese mecanismo perverso que fue la financiación privada.
P. Pero la financiación privada desencadenó casos de corrupción.
R. Sí, no, mire. No estaba bien la caja B. Ahí está el error. El error de todos los partidos. Fue un error donde el PT podría haber hecho reforma política y haber implantado la financiación pública y nosotros fuimos la principal víctima de eso.
P. El PT estuvo pendiente en los últimos años de la excarcelación del expresidente Lula. ¿Cree que el foco del PT en Lula debilitó su papel como oposición?
R. Cualquier debate político y social en el país no sucede sin la participación del PT. No existe exclusión del PT y del presidente Lula. Esa es la fuerza de Lula. Aún estando en la cárcel, tenía fuerza política. Él siempre está ubicado en las encuestas como mejor. El pueblo reconoce en él a alguien que defiende los intereses del pueblo, por eso creo que Lula es una gran fuerza política.
P. ¿Cree que existe una dependencia del PT con Lula? ¿Se habla de un sucesor?
R. El PT tiene grandes líderes, aunque el principal líder es Lula y va a continuar siéndolo. Hay figuras que están en ascensión. El PT es muy fuerte (…) La renovación sucede naturalmente y el PT tiene que tener esa capacidad de renovarse cada vez más.
La dependencia de Lula es porque hay un reconocimiento del PT y del pueblo de su liderazgo. No es fácil para la humanidad producir personas como Lula.
P. La centro derecha más moderada, concretamente el gobernador Joao Doria, ha asumido el papel de oposición al presidente Bolsonaro. ¿Cree que eso benefició a Covas y perjudicó al PT?
R. Consideramos que la solución del país pasaba por la libertad de Lula. Él fue puesto en libertad, continuamos con la campaña para la anulación (de la condena), esta injusticia tiene que ser reparada. Luego vino la pandemia. La fuerza del PT es social, el pueblo en las calles, pero la pandemia cambió el escenario. No hay pueblo en la calle y es muy difícil quitar a un presidente sin el pueblo en las calles.
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