El cardenal de Paraguay, Adalberto Martínez, aseguró este martes que las cárceles en el país «reflejan graves carencias» y pidió «comunicar con transparencia a los familiares y a la opinión pública» los fallecidos y heridos en un operativo en la cárcel de Tacumbú, que se saldó con 12 muertes.
EFE
Martínez se pronunció en una conferencia de prensa un día después de la operación «Veneratio», desplegada por policías y militares para retomar el control de la cárcel de Tacumbú, la principal del país, y en la que murieron un policía y 11 reclusos, y resultaron heridas otras 94 personas.
«Nos solidarizamos con las familias y los seres queridos de los fallecidos, uniformados e internos en la cárcel», afirmó el jerarca, quien prometió sus oraciones.
En ese sentido, manifestó su «inquietud» ante el pedido por parte de los familiares «de mayor información» sobre el estado de los reclusos.
«Es necesario -agregó el líder religioso- comunicar con transparencia a los familiares y a la opinión pública sobre los fallecidos y heridos».
Según el cardenal y arzobispo de Asunción, la capital de Paraguay, madres se comunicaron con él este lunes en busca de información.
«Imagínense la desesperación de no saber si el hijo, el pariente, el familiar, sigue vivo», apuntó.
Tacumbú, ubicada en una barriada capitalina del mismo nombre, albergaba hasta el viernes pasado una población de 2.842 reclusos, de los cuales 1.692 están bajo proceso y otros 1.150 ya recibieron condena, según cifras del Ministerio de Justicia.
Durante el procedimiento de este lunes fueron trasladados 700 reos, entre ellos Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, una organización que las autoridades paraguayas vinculan con el narcotráfico.
Sobre la situación en las cárceles, Martínez opinó que «reflejan graves carencias», al tiempo que abogó por una reforma penitenciaria y por «corregir las fallas del sistema de Justicia».
«Hay muchas deficiencias: la superpoblación penitenciaria revela realidades como que hay presos que no tienen sentencia, los que sufren enfermedades terminales, los adictos, en su mayoría jóvenes», refirió.
También llamó la atención sobre «los sistemas de corrupción, la influencia de las bandas criminales, entre otras problemáticas», para las cuales reclamó «una solución integral».
Por otra parte, reconoció la operación de las fuerzas de seguridad para retomar el control de Tacumbú, «en cumplimiento de sus funciones».
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