Bulgaria afronta un grave problema: se encuentra a la cola de la Unión Europea en vacunación, pero muchos prefieren no inmunizarse a hacerlo con el remedio más abundante, el de AstraZeneca. Algunos días, apenas 150 personas han querido inocularse con ese fármaco.
En el país más pobre de la UE, sólo el 8 % de la población adulta se ha vacunado, muy por debajo de la media de la UE, del 20 %. El propio ministro de Sanidad, Kostadin Angelov, reconoció esta semana que la administración de AstraZeneca había caído a «cifras simbólicas».
El pasado lunes, el Ministerio de Sanidad informó de que en 24 horas sólo se habían administrado 154 dosis de esa vacuna, en un país de siete millones de habitantes.
Pese a que Bulgaria es ahora el segundo país con mayor mortalidad de la UE por la covid-19, con una media de 245 fallecidos por millón de habitantes en los últimos 14 días, muchos ciudadanos prefieren no vacunarse con AstraZeneca.
Para empeorar la situación, Bulgaria apostó principalmente por el fármaco anglosueco -encargó 4,5 millones de dosis- porque era el más barato y fácil de almacenar, además de tener una gran eficacia.
«Solo unas pocas personas quieren recibir la vacuna de AstraZeneca ahora. Desde el punto de vista médico, la vacuna está probada, es segura y eficaz, pero existen razones que ustedes conocen para que sea rechazada», dijo el ministro.
DESCONFIANZA ENTRE CIUDADANOS…
Las informaciones sobre el goteo de muertes en Europa debido a trombos tras recibir la inyección y la suspensión temporal en numeroso países, con Dinamarca incluso descartando definitivamente su uso, han generado una gran inquietud en la población.
Esas dudas cayeron en suelo fértil: Bulgaria es el último país en vacunación también por la proliferación de noticias falsas y conspiraciones sobre el efecto dañino de los fármacos.
En el país no hay restricciones para vacunarse: todo el que quiera puede acudir a los «corredores verdes» de los hospitales, donde AstraZeneca es, con diferencia, el remedio más abundante.
Si cuando los corredores abrieron el 19 de febrero estaban atestados, ahora se encuentran casi vacíos y quienes acuden preguntan qué vacuna se ofrece. Si es AstraZeneca, la mayoría se va.
Los fármacos de Pfizer/BioNTech y de Moderna se aplican a grupos especiales, como personas de edad avanzada o profesores, policías y bomberos.
De los más de 605.000 búlgaros que han recibido al menos una dosis, unos 241.000 fueron inyectados con AstraZeneca, según datos suministrados a Efe por el Ministerio de Sanidad.
Nadie ha recibido la segunda dosis de esa vacuna, debido a que su uso en los «corredores verdes» comenzó en la segunda mitad de febrero y las autoridades fijaron un plazo de 10 semanas entre las dos inyecciones.
EFE
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