El Gobierno de Brasil se comprometió este miércoles a reducir «al mínimo aceptable» la deforestación e incendios en la Amazonía, después de que a principios de mes grandes corporaciones exigieran medidas contundentes.
«Vamos a intentar reducir al mínimo aceptable la deforestación y los incendios, demostrando con eso a la comunidad internacional y a la sociedad brasileña nuestro compromiso. Dejando claro que la deforestación cero y el desarrollo económico no son excluyentes«, dijo el vicepresidente Hamilton Mourao, al cargo del Consejo Nacional de la Amazonía.
Tras una reunión de este órgano interministerial, Mourao aseguró que los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) no dejan dudas sobre la reanudación de la deforestación a partir de 2012, con un fuerte aumento en 2019.
La semana pasada, el Inpe informó de que la Amazonía registró en junio alertas de deforestación en 1.034 kilómetros cuadrados, un récord para ese mes desde 2015. Los focos de incendios también aumentaron durante ese mes con 2.248 puntos críticos y que supusieron los peores datos registrados en un mes de junio desde 2007, cuando hubo 3.519.
Imagen ambiental
Asimismo, aseguró que las repercusiones de la imagen ambiental de Brasil afectan a varios sectores de la economía del país y pueden comprometer su capacidad para atraer inversiones.
Mourao consideró que se necesita un plan de recuperación de todos los órganos de fiscalización, para no tener que emplear a las Fuerzas Armadas en las actividades de vigilancia.
También afirmó que está en contacto con los embajadores de Alemania y Noruega para una posible reactivación del Fondo de la Amazonía, encargado de combatir la deforestación en esta selva, y congelado desde el año pasado tras los voraces incendios en la selva que conmocionaron al mundo entero.