El ministro de Educación de Bolivia, Adrián Quelca, renunció este viernes a su puesto tras conocerse que la Fiscalía lo imputó por presuntas irregularidades en un proceso de institucionalización para designar mandos de educación distrital.
Quelca anunció su dimisión en una rueda de prensa convocada en el Ministerio de Educación, en la que estuvo acompañado por más de una veintena de personas que le interrumpieron en varias oportunidades para aplaudirle, vitorearle y atacar a los medios de comunicación.
«He decidido a partir de este momento presentarle a nuestro presidente mi renuncia al cargo de ministro de Educación de Bolivia. Lo hago con la certeza de que la verdad más temprano que tarde va a darnos la razón porque tenemos la conciencia tranquila», dijo Quelca.
La ahora exautoridad aseguró ser inocente y se estrelló contra la «derecha» y «algunos medios de comunicación» a los que acusó de haberle declarado culpable sin que hubiera una sentencia en su contra.
Las constantes alusiones y arremetidas de Quelca contra los medios fueron secundadas por hostigamientos e insultos de sus seguidores contra la prensa y también contra quienes denunciaron a la exautoridad.
El exministro perdió la paciencia en más de una ocasión ante las preguntas de los periodistas, ante lo cual sus seguidores reaccionaron exaltados coreando «prensa vendida», «amarillistas» y «mueran los medios», e incluso una mujer exigió que se identifiquen los informadores que hicieron las consultas incómodas.
Quelca sostuvo que su renuncia era «personal y voluntaria» porque no quiere «que se dañe más a la democracia en Bolivia, a la recuperación del derecho a la educación, al proceso de cambio y al presidente Luis Arce».
«Él (Arce) ha confiado bastante en mí y yo voy a demostrar en el otro escenario a él y al pueblo boliviano que mis acusadores no tienen la razón», agregó.
Quelca es investigado por la Fiscalía a instancias de la denuncia de la viceministra de Educación Superior, Aurea Balderrama, de un supuesto tráfico de respuestas de exámenes de postulación a cargos en las direcciones distritales de educación para favorecer a gente cercana a la exautoridad.
En la víspera se conoció que el Ministerio Público presentó una imputación formal contra el ahora exministro por el presunto delito de «incumplimiento de deberes» y pidió su detención domiciliaria.
La viceministra Balderrama denunció que hubo un abuso de autoridad por parte de Quelca y pidió «garantías» al sentirse amenazada por los seguidores del exministro. EFE
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