Para Pablo Casado, la negociación de Sánchez con Podemos y los independentistas de ERC no es “una opción desesperada de un PSOE obligado por las circunstancias”, sino un plan deliberado. “Él ha elegido a los enemigos de la Carta Magna. Y ha sido una decisión libre y deseada”, declaró este viernes. Fuentes de la dirección del PP creen que ERC “jamás va a tener una oportunidad como esta” y que no la va a desaprovechar. Pero, por si el plan A de Sánchez falla, Casado avisa: el PP no es el segundo plato de nadie y no facilitará la investidura con su abstención. Para la dirección del partido, sería “alargar la agonía”.
En ese contexto, el PP retoma ahora su propuesta de cambiar la ley electoral, con una reforma exprés, para evitar nuevos bloqueos si se repiten las elecciones. Es una idea a la que han dado vueltas varios partidos sin que haya llegado a cuajar.
La propuesta del PP, que Casado ya planteó en su primer discurso como presidente del partido, en julio de 2018, es una prima de escaños a quien gane las elecciones, y fuentes de la dirección creen que puede llevarse a cabo sin necesidad de tocar la Constitución, un melón que los populares no quieren abrir en este momento. El PP, en todo caso, está dispuesto a “estudiar y pactar otras fórmulas con el PSOE y Ciudadanos” con un doble fin: evitar el bloqueo político por falta de acuerdos y evitar depender de los independentistas.
Tanto Sánchez como la vicepresidenta Carmen Calvo han llegado a hablar de modificar el artículo 99 de la Constitución para evitar situaciones de bloqueo. Los socialistas estudian hace tiempo, y con más énfasis desde el pasado verano, distintos modelos, combinando legislaciones autonómicas y municipales.
Ejemplos autonómicos
Las más mencionadas son las leyes que regulan la elección de los presidentes en Asturias, País Vasco y Castilla-La Mancha. Para investir a los presidentes vasco y asturiano se estableció por ley —no está en sus Estatutos— que en una segunda votación hay que votar a favor o abstención, sin contemplarse el no. De esta manera el candidato sale con toda seguridad. Sí se modificó el Estatuto de Castilla–La Mancha para regular la elección del presidente. Durante dos meses se requiere mayoría absoluta para la elección, pero, una vez transcurrido ese periodo, solo con la mayoría simple el candidato queda investido. Los alcaldes, incluidos los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, siguen ese mismo procedimiento.
Podemos ya planteó otra fórmula, que consiste en sustituir el sistema de recuento actual, la Ley d’Hondt, por otro modelo de asignación de restos, el Sainte-Laguë, que reduce las desviaciones que a su juicio provoca el sistema actual.
Ciudadanos apuesta por una reforma que exigiría un mínimo del 3% del voto nacional a los partidos para entrar en el Congreso, y del 6% en el caso de coaliciones electorales. En las pasadas elecciones, entre los partidos nacionalistas e independentistas solo ERC consiguió superar ese umbral del 3%.
La reforma de la ley para evitar nuevos bloqueos políticos ante la fragmentación y la falta de acuerdo entre las distintas formaciones forma parte de los pactos que Casado ofrece a Sánchez desde sus últimas reuniones. Ambos se saludaron este viernes en el Congreso y se felicitaron por el Día de la Constitución, aunque de momento el presidente en funciones no ha convocado al líder del PP. Si lo hace, Casado asegura que irá por respeto institucional, aunque no para negociar la abstención de su partido en la investidura.
Con información de El País
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