El príncipe Misuzulu Zulu, uno de los hijos del difunto monarca Goodwill Zwelithini, fue coronado hoy rey de los zulúes a pesar de una disputa familiar que ha buscado frenar la investidura alegando la posible falsificación del testamento de su padre.
EFE
Misuzulu participó en un ritual secreto durante varias horas en una de las casas sagradas del palacio real de KwaKhethomthandayo durante el que se presentó al nuevo monarca a sus antepasados.
El nuevo monarca iba cubierto con la piel del león que mató durante la cacería real que dirigió el jueves por la noche en la reserva de caza Mkuze Falls, en el norte de la provincia de KwaZulu-Natal.
El político y príncipe zulú Mangosuthu Buthelezi, que ejerce de primer ministro de la casa real zulú, dijo que el rey ya está en el trono y que la ceremonia es una formalidad, según recogió la prensa local.
Unas 10.000 personas se reunieron en torno al palacio para presenciar la coronación, eclipsada por un intento fallido de última hora de dos de las hijas del difunto rey para detener este rito tradicional de acceso al trono.
La Corte Suprema de Apelaciones de Sudáfrica concedió este viernes a la reina Sibongile Dlamini-Zulu, la primera de las seis mujeres del rey Goodwill Zwelithini, permiso para apelar la decisión del Tribunal Superior de Pietermaritzburg (en el este de Sudáfrica), que desestimó el pasado marzo la petición de dos de sus hijas para frenar la coronación.
Las princesas Ntandoyenkosi Zulu y Ntombizosuthu Zulu-Dumato alegaron la posible falsificación del testamento de su padre, pero el magistrado Isaac Madondo rechazó las peticiones sosteniendo en su veredicto que la coronación del nominado heredero al trono responde a factores más allá del testamento y que, por tanto, esta podría seguir adelante.
«Es heredero al trono sin disputa», recalcó.
El juez, sin embargo, dictaminó que la cuestión de la supuesta falsificación de la firma de Zwelithini en el documento de sus últimas voluntades -como alegaban las denunciantes- debía ser estudiada en un juicio civil separado.
En su testamento, Zwelithini no especificó un heredero, pero sí que tras su muerte (ocurrida en marzo de 2021) la reina Mantfombi Dlamini-Zulu, la tercera de sus seis esposas, quedaría como regente.
Mantfombi ocupaba el rango más alto entre las viudas de Zwelithini (la «gran esposa») por ser de ascendencia noble, pese a ser cronológicamente la tercera, y su hijo mayor, el príncipe Misuzulu Zulu, quedaba así en la práctica asentado como favorito para la sucesión.
La regente falleció también dos meses después, en mayo de 2021, y en sus últimas voluntades dejó oficialmente nominado al trono a Misuzulu Zulu.
Este ha estado ejerciendo de monarca en la práctica desde entonces pese a las tensiones en la familia real y los procesos judiciales abiertos contra el testamento de Zwelithini.
Tradicionalmente, tras la muerte del rey de los zulúes, la corona corresponde al hijo mayor de la primera de las esposas del soberano, pero el primogénito de los 28 hijos de Zwelithini falleció en 2020 presuntamente asesinado.
Esa situación desató un enfrentamiento de facciones dentro de la casa real tras la muerte de Zwelithini.
La Constitución democrática de 1996 reconoce el rol de los líderes tradicionales en Sudáfrica y, aunque les otorga un papel ceremonial y no ejecutivo, instituciones como la familia real zulú mantienen una influyente posición social y política.
Los zulúes, que suponen entre 10 y 12 millones de personas, componen la etnia más populosa de Sudáfrica, cuya población se sitúa en algo más de 58 millones de habitantes.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.