Nuevos documentos refuerzan los indicios contra el Rey emérito por su actuación tras perder la inviolabilidad en 2014. Usó una instrumental para esconder una fortuna hasta hace solo dos años.
José María Olmo | El Confidencial
Nuevos documentos revelan que Juan Carlos I ocultó 7,9 millones de euros en una cuenta de Suiza hasta agosto de 2018, más de cuatro años después de renunciar al trono y perder, por tanto, su condición de inviolable. La fortuna estuvo escondida hasta fechas extremadamente recientes tras la Fundación Zagatka, una sociedad instrumental constituida en Liechtenstein en 2003 por un primo del monarca, Álvaro de Orleans-Borbón, y dirigida por este desde entonces. Los últimos datos disponibles del depósito revelan que el grueso del dinero se encontraba invertido en acciones, bonos y productos alternativos, según la información a la que ha tenido acceso El Confidencial.
El hallazgo aporta pruebas adicionales contra Juan Carlos I por presuntas actuaciones delictivas después de su abdicación en junio de 2014. De hecho, las pesquisas que instruye desde hace dos años la Fiscalía del cantón de Ginebra en torno a su riqueza apuntan a que las salidas de fondos de Zagatka se intensificaron tras la proclamación de Felipe VI y coexistieron con otros productos opacos que también están siendo investigados por la Justicia española, como las presuntas transferencias opacas del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause para comprar hasta una yegua y la utilización de un trust en las islas del Canal que ocultaba otros 10 millones de euros.
Los documentos de la cuenta de Zagatka en el banco suizo Lombard Odier (número 52549500) confirman que los movimientos de la sociedad continuaron hasta hace solo dos años. El depósito registró el 1 de enero de 2018 un saldo de 8.729.172 euros. El 2 de agosto de ese mismo ejercicio, el valor de los activos había bajado hasta los 7.881.167 euros. Solo en esos siete meses se esfumaron 917.320 euros «mediante retiradas» y transferencias para el pago de bienes y servicios, una media de 131.045 euros al mes.
Apenas un 3% del dinero permanecía almacenado en efectivo. Los balances de Lombard Odier precisan que el 18% del patrimonio de la fundación estaba invertido en bonos; un 6%, en bonos convertibles; un 59%, en acciones de compañías cotizadas, y el 14% restante, en diferentes productos alternativos (fondos de inversión, sicavs…). En cuanto a la rentabilidad, durante los primeros siete meses de 2018, el rey Juan Carlos obtuvo una plusvalía del 0,84%, una cifra muy inferior al 5,32% que cosechó durante todo 2017. Asimismo, el 33% del capital estaba en euros (2.584.684), el 8% en francos suizos (668.835), había cantidades marginales en dólares estadounidenses y canadienses, y el resto, el 57% de la fortuna, estaba referenciado a otras monedas o invertido en activos no clasificables.
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