“Estuve con los niños ese fin de semana. En ningún momento quiero que ese señor tenga problemas por mi culpa”, dijo Marelbys Meza. En medio de una gran tristeza, la mujer habló con SEMANA, tras la confirmación de que había sido chuzada por orden de la Policía.
Por Semana
“Yo no tengo nada que esconder, él me llevó a trabajar… él me lleva porque él lleva a los niños. Era un puente. Hacia mucho no los veía. Él lleva a la señora. Me reencuentro con ella”, agrega sobre ese viaje.
Asegura que, en ese puente, ella le contó su “problema” y Benedetti le pregunta porqué se salió de la casa de Laura. Y comienzan a hablar del robo. “Ella me estaba llamando y me dice que usted estaba hablando con los medios”, le dijo supuestamente Benedetti. Y Marelbys dice que ella le contestó que era al contrario, los medios lo estaban buscando a ella.
La tesis de que Benedetti la está instrumentalizando le parece ofensiva. “Yo soy una mujer de 51 años, una persona libre… estaba cansada”, aseguró.
Para Marelbys Mesa, la confirmación de que la estaban chuzando no es sorprendente, pero sí muy atemorizante. En diálogo con SEMANA, la mujer se refirió a los constantes seguimientos que vivía. “Terrible… no. ¿Cómo así?”, dijo.
Al enterarse de que la Policía había ordenado interceptar su teléfono con un informe de que ella pertenecía al Clan del Golfo, la exniñera de Laura Sarabia solo dijo: “Me da tristeza”.
En medio de lágrimas, contó que está protegida por la Fiscalía y por eso no puede acercarse a su familia. “Yo lo sentía. Yo sentía un eco en el teléfono. Yo no quería que nadie me llamara. No quería hablar con nadie”, agregó.
Aseguró que ella era consciente del tamaño del problema en el que estaba metida y por eso ella había decidido no hablar con nadie. “Yo conocí al presidente en la campaña y le di alma, vida y sombrero”, puntualizó.
Habló también de la acusación de robo que vivió en la casa de Benedetti. “¿Usted le entregaría su hijo a una ladrona?… Eso fue aclarado”, puntualizó.
El embajador Armando Benedetti había ya dejado en el aire la pregunta sobre si la humilde niñera había sido chuzada por orden de Laura Sarabia, la mujer más poderosa del Gobierno de Gustavo Petro.
Para el embajador de Colombia en Venezuela es claro que fue la jefa de gabinete de Casa de Nariño fue la que comenzó a moverse tras sospechar que su exniñera iba a hacer pública esa historia.
“Es la que me habla primero de Marelbys y de ahí yo llamo a Vicky [Dávila]. Es decir, es ella la que me informa que Marelbys habló con Vicky y me dice que va a salir en SEMANA. ¿Por qué sabía? ¿Ella chuza?”, se preguntó.
La Fiscalía descubrió que la tesis del embajador era real. Cuando el fiscal que lleva el caso del robo de la plata de un maletín de la jefe de gabinete del presidente, Gustavo Petro, ordenó investigar a la niñera, ahí se descubrió que otro fiscal, del Chocó, había ordenado ya una interceptación de su línea telefónica.
Lo escandaloso del caso es que la chuzada se ordenó con una maniobra ilegal, a través de un informe de Policía con el cual se vinculaba a Marelbys Meza con el Clan del Golfo. Con esa excusa se estaban realizando los seguimientos.
La Fiscalía anda tras la pista de esta chuzada desde hace varios días, desde que SEMANA hizo pública la delicada de denuncia de Marelbys Meza contra su exjefa y jefe de gabinete, Laura Sarabia.
Hay un dato relevante, el fiscal que manejaba el caso, con sede en Chocó, les explicó a los investigadores en Bogotá que la Policía le hizo la petición de la interceptación argumentando que Marelbys Meza, una humilde niñera de 51 años, era fundamental para capturar a alias Siopas, uno de los jefes de Clan del Golfo y heredero del poderoso narcotraficante Otoniel.
Todo era una farsa, simplemente un montaje para escuchar de manera ilegal a la niñera. Por eso, la sorpresa del fiscal del caso fue mayúscula cuando ordenó hacer una interceptación legal mientras investigaba el robo de la plata de Laura Sarabia y le informaron que el número de Marelbys Meza ya estaba cargado en la plataforma de interceptaciones.
Ya el fiscal de Chocó rindió su versión y SEMANA está en capacidad de confirmar que, a raíz de esta información tan grave, se ordenó la inspección a la Casa de Nariño.
Este es un nuevo capítulo del ya grave y espinoso caso revelado por esta revista en el que, según testimonio de la misma Marelbys Meza, fue recogida en su casa por hombres de la UNP y luego llevada a un edificio adscrito a la Presidencia de la República donde, en el sótano, fue interrogada con polígrafo.
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