“Lo que encontramos es que los anticuerpos de la vacuna son levemente más débiles contra las variantes, pero no tanto como para pensar que afectan la protección de las vacunas”, dijo a la prensa Nathaniel Landau, uno de sus autores.
“Es otro buen motivo para vacunarse”, añadió Fauci, incentivando a la población a que acuda a un centro de vacunación.
Los investigadores extrajeron muestras de sangre de quienes recibieron cualquiera de esas vacunas, que son las predominantes en Estados Unidos y que ya fueron administradas a más de 150 millones de personas.
Las muestras fueron luego expuestas en un laboratorio a partículas de pseudovirus manipuladas en la zona del “spike” (espiga) del coronavirus, que contenía mutaciones de las variantes B.1.617 o B.1.618, encontradas por primera vez en India. Las partículas manipuladas contenían una enzima llamada luciferasa cuya luminosidad permite determinar cuantas células fueron infectadas.
En general, para la variante B.1.617 encontraron que se redujo cuatro veces la cantidad de anticuerpos neutralizantes, proteínas generadas por el sistema inmunológico para evitar que las células sean invadidas por patógenos. Para la variante B.1.618, la reducción fue de aproximadamente tres veces.
“En otras palabras, muchos de los anticuerpos ahora ya no funcionan contra las variantes pero aún hay muchos otros anticuerpos que sí trabajan”, dijo Landau.
“Eso basta para creer que las vacunas serán altamente protectoras”, añadió, por cuanto los niveles generales permanecen muy por encima de los encontrados en las muestras tomadas de personas que se recuperaron de la infección del virus original.
No obstante, este tipo de investigación en laboratorio no puede predecir la eficacia en el mundo real. Eso debería ser determinado en otros estudios.
En células humanas, el coronavirus se dirige a un particular receptor llamado ACE2, al que utiliza para forzar su ingreso.
El equipo de Landau mostró que las variantes indias pueden aferrarse más firmemente a ese receptor, al igual que otras variantes. Eso podría estar relacionado con su mayor transmisibilidad respecto al virus original.
“Nuestros resultados nos permiten confiar en que las actuales vacunas protegen contra las variantes identificadas hasta ahora”, concluyó el equipo.
No obstante, no descarta que surjan nuevas variantes más resistentes, lo cual marca la importancia de una vacunación generalizada mundial.
Estados Unidos reportó su primer caso de la variante que surgió en India a principios del mes de abril. Los investigadores de Stanford detectaron esta variante en el norte de California.
Desde entonces, se han detectado casos en Iowa, Nevada y otros estados. Varios de estos casos están relacionados con viajes internacionales, lo que provocó que la administración de Joe Biden prohibiera los viajes desde la India.
Sin embargo, fueron detectados casos de la variante en estadounidenses que no habían viajado recientemente, lo que indica que la variante B.1.617 ya circula de forma comunitaria en el país.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) la variante B.1.617 representaba aproximadamente el 0,7% de los casos en los EEUU al 24 de abril. Las estimaciones de modelos sitúan la variante en un 1,1% estimado al 8 de mayo.
Mientras tanto, expertos de los CDC anunciaron el martes que el país alcanzó un “día histórico”: el 60% por los adultos mayores de 18 años del país ya cuentan con al menos una dosis de las vacunas contra el coronavirus.
Con información de AFP
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