El Gobierno boliviano reafirmó este miércoles que hubo «injerencia» y «discursos de odio» de parte del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y cuestionó el informe preliminar realizado por esa organización sobre las elecciones fallidas de 2019.
Los ministros de Justicia, Iván Lima, y de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, además del embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce Zaconeta, participaron este miércoles de forma virtual en la reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.
En ese espacio, Mayta criticó el comunicado de la OEA del pasado 9 de agosto en el que se ratificaron los hallazgos del informe presentado en 2019 que detectó «irregularidades» en el proceso electoral de ese año, que luego fue anulado.
Ese comunicado de la OEA también cuestionó un peritaje realizado en España encargado por la Fiscalía boliviana con el que se determinó cerrar la investigación denominada «fraude electoral».
Mayta calificó de «exceso» el comunicado y cuestionó que fuera «celebrado» por Almagro en su cuenta de Twitter, lo que constituye «un agresivo acto de injerencia en la jurisdicción interna de Bolivia».
«Esta acción no nos extraña en absoluto viniendo del señor Almagro, que de manera sistemática se conduce como un actor de la política interna de Bolivia, expresa mensajes de odio, racismo y descalificación», refirió Mayta.
Además señaló que dentro de las atribuciones de Almagro «no está el asumir posiciones y expresar criterios en los asuntos internos de los Estados miembros».
Uno de los puntos que criticó el canciller fue la «vinculatoriedad» del informe de la OEA que reclama el comunicado de agosto pasado.
«La vinculatoriedad que reclama el comunicado pretende que no se cumplan nuestras leyes, que la institucionalidad boliviana no cumpla sus obligaciones e incluso que los acusados no tengan derecho a defensa», manifestó Mayta.
También defendió el informe pericial que realizó el Grupo de Investigación Deep Tech Lab de Bisite de la Fundación General de la Universidad de Salamanca de España que concluye que «no hubo manipulación» de los resultados de los comicios de 2019.
Mayta afirmó que la OEA debiera ser una «instancia de articulación entre los Estados», pero con Almagro en la secretaría general «no lo es para Bolivia».
«El accionar de Almagro, no solo es injerencia, sino también desistitucionalización de la OEA», indicó.
Agregó que esa instancia internacional «no está pasando por su mejor momento» y convocó a los países del hemisferio a «pensar sobre el organismo que se quiere».
UN INFORME CON «DEFICIENCIAS»
Por su parte, el ministro Lima indicó que el informe preliminar presentado por la OEA sobre los fallidos comicios de 2019 «no fue entregado a través de las instancias diplomáticas al Gobierno boliviano» y que fue publicado en su página y distribuido a medios de comunicación.
«Este fue el detonante de una gravísima convulsión social y fue el argumento para que las Fuerzas Armadas sugirieran la renuncia del (entonces) presidente Evo Morales y se consolide un golpe de Estado», refirió Lima.
Además sostuvo que el informe preliminar y el informe final de la OEA está «plagado de deficiencias y sesgos técnicos, que no responde a una auditoría técnica» y que «no está a la altura de la responsabilidad que le fue asignada».
El Gobierno de Luis Arce cuestionó en varias ocasiones el actuar de Almagro.
Bolivia estuvo sumida en una crisis social y política tras los comicios de octubre de 2019, que fueron anulados por las denuncias de que hubo un presunto fraude electoral a favor del entonces presidente, Evo Morales.
Tras el informe de la OEA, que se conoció la madrugada del 10 de noviembre de 2019, Evo Morales primero anunció nuevas elecciones y horas después dimitió de la Presidencia, alegando ser víctima de un supuesto «golpe de Estado».
EFE
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