El gobierno español dijo el miércoles 16-O que hará todo lo que sea necesario para frenar la violencia en Cataluña, donde los enfrentamientos entre independentistas y la policía han dejado más de 200 heridos en dos días.
“Todo está previsto y (el gobierno) actuará, si es preciso, desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad”, según un comunicado emitido por Madrid.
El documento añadió que el presidente del gobierno Pedro Sánchez se reuniría con otros líderes políticos nacionales y que “no descarta ningún escenario”.
Desde hace tiempo, muchos buscan que Cataluña se separe de España y sea un país europeo. Generalmente, las manifestaciones son pacíficas.
En la capital Barcelona y otras localidades catalanas estallaron enfrentamientos luego de que el Tribunal Supremo de España condenó el lunes a nueve líderes independistas a varios años en prisión por su participación en el intento secesionista de octubre de 2017.
Los disturbios comenzaron el martes por la tarde, cuando la policía de Barcelona informó que 40.000 manifestantes llenaron las calles aledañas a la oficina del gobierno español.
Los manifestantes derribaron barreras metálicas, incendiaron basureros y lanzaron petardos y otros objetos a la policía. Superaron en números a los agentes que utilizaron balas de goma, macanas y escudos para enfrentarse a los grupos en medio de fuertes disturbios en las calles de Barcelona.
Pere Ferrer, director de los Mossos d’Esquadra _la policía regional catalana_, dijo que la violencia callejera era “intolerable”.
“La situación es muy, muy difícil, pero la policía tiene los medios que necesita para lidiar con ella”, indicó en conferencia de prensa.
Una organización que representa a los negocios en el centro de la capital catalana, llamada Barcelona Abierta, señaló que la violencia ha ocasionado “pérdidas considerables” y ha “dañado profundamente” la imagen del popular destino turístico en el extranjero.
Los alborotos provocaron que Sánchez _que se prepara para las elecciones generales el 10 de noviembre_ consultara a su partido y otras figuras importantes, con algunos que le piden que tome medidas más duras.
Albert Rivera, líder del partido político Ciudadanos, viajó a Barcelona y dijo que el país enfrentaba un “estado de emergencia”.
El líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado, pidió un decreto que permita que el gobierno central tome por completo el control de la policía regional catalana, mientras que el ultraderechista Vox quiere medidas excepcionales que levantarían temporalmente algunos derechos civiles.
El miércoles, miles de personas participaron en cinco grandes marchas de protesta en Cataluña que pretendían converger en Barcelona el viernes.
AP
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