Investigadores aseguran haber hallado “pruebas impactantes” que podrían finalmente conducir a la verdad sobre lo ocurrido la noche del 3 de mayo de 2007, cuando la pequeña Madeleine McCann fue reportada como desaparecida tras ser secuestrada en la habitación del hotel del sur de Portugal donde vacacionaba junto a sus padres -Gerry y Kate McCann- y sus dos hermanos menores.
La nueva evidencia confirmaría que Christian Brueckner -principal sospechoso de haber cometido el rapto y luego asesinado a la niña de tres años- fue el responsable de su desaparición. De acuerdo a documentalistas que están realizando un trabajo sobre Maddie, el alemán de 44 años con antecedentes de pedofilia y que está en prisión por violación.
De acuerdo al diario británico The Sun el equipo de documentalistas del canal Sat.1 -formado por ex-investigadores, además de periodistas- asegura tener “muchas nuevas pistas e indicios” de que Brueckner estaba detrás del rapto de la pequeña niña británica cuyo caso llamó la atención de todo el planeta. El alemán estaba en Praia da Luz, Algarve, Portugal, muy cerca de la locación donde desapareció la niña aquella noche, de acuerdo a los investigadores.
Juliane Ebling, editor en jefe, dijo que “la triste historia de Madeleine McCann es una historia que tiene muchos capítulos alemanes. El caso se está juzgando en el Tribunal Regional de Braunschweig, ya que el alemán Christian B. es el principal sospechoso. En su entorno hay muchas mujeres y hombres alemanes que pueden describir detalles individuales en torno al crimen”.
“Jutta Rabe -la periodista alemana de larga trayectoria y responsable del documental- ha investigado en los últimos meses material impactante en Alemania, Portugal e Inglaterra, que incrimina fuertemente a Christian B.”, agregó Ebling.
Brueckner fue identificado como el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine en junio de 2020, lo que constituyó el mayor avance en la investigación en los casi 15 años de la desaparición. El sospechoso -que aún no fue imputado por esta causa- cumple una condena de siete años por violar a una mujer estadounidense de 72 años en el Algarve en 2005, dos años antes del secuestro de Maddie.
Quién es el sospechoso
Una serie de hechos fortuitos llevaron a los investigadores a creer que además de los antecedentes por los cuales se lo seguían, Brueckner podría ser el responsable del rapto de la pequeña niña que había ocupado titulares de diarios, canales de televisión y radios y revistas durante más de una década. Además de su amplio prontuario, el sospechoso vivió en la zona del Algarve portugués entre 1995 y 2007 y se encontraba cerca de la casa de vacaciones de Praia da Luz el día en que desapareció Madeleine.
Un libro revela detalles de su vida pasada, cuando aún no había comenzado su camino de crímenes y delitos contra menores. Jon Clarke publicó en septiembre pasado “My Search for Madeleine” (Mi búsqueda de Madeleine). Dedicó años al caso que no sólo conmovió a la opinión pública del Reino Unido, sino que atrajo a millones y millones de curiosos alrededor del mundo.
Tanto Brueckner como sus dos hermanos fueron blancos de constantes gritos y golpes con cinturón durante una infancia que fue tortuosa. Su madre adoptiva, Brigitte, era “brutalmente dominante” y buscaba una “disciplina estricta” para los niños. En tanto su padre, Fritz solía “azotarles adecuadamente en el trasero desnudo gritando: ‘¡Si lloras, habrá más!’”, de acuerdo a la reseña del libro hecha por el diario inglés The Times. Antes de recaer en lo que sería su familia definitiva, el hombre -que al momento de la desaparición de Madeleine tenía 30 años- vivió un largo tiempo en un orfanato.
Vecinos y gente cercana de Würzburg, en el centro de Alemania, dijeron al autor del libro que los padres adoptivos de Brueckner habían acogido a los tres hermanos sólo por el dinero que recibían del estado alemán. La madre biológica del principal sospechoso del caso “Maddie” y cuya identidad permanece desconocida “vivía encima de una taberna y se relacionaba con delincuentes locales”. La pesadilla de los niños no terminaba en los castigos físicos: sus padres adoptivos le recordaban continuamente que eran “hijos de un delincuente y una puta”.
La policía alemana que sigue los pasos de Brueckner comenzó a investigarlo por la desaparición de “Maddie” tras su condena en 2019 por la violación de una turista estadounidense en su chalet. Esto ocurrió en 2005 a tan solo unas pocas cuadras del apartamento de vacaciones que los McCann habían rentado en 2007. ¿Era el perfil del hombre que podría haber raptado a una niña y luego hacerla desaparecer?
Con un largo historial en delincuencia, el sospechoso decidió huir a Algarve para evitar la justicia alemana. Corría el año 1995 y el delito que se le imputaba era el de abuso de menores. En Portugal vivió tranquilo y sin ser buscado por las autoridades. Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, cuando fue condenado en Baviera por abusar de un niño. Luego de eso logró escapar. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil en 2016.
Brueckner vivió y trabajó entre 1995 y 2007 en el sur de Portugal, donde habría cometido varios delitos, robos en hoteles y apartamentos y la violación de una anciana estadounidense hace 15 años. Se mudó en las semanas contemporáneas con la desaparición de McCann y volvió a Alemania, donde cometió crímenes vinculados con el narcotráfico.
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