Israel causó este miércoles decenas de muertos al bombardear diferentes puntos de la Franja de Gaza, asediada y en riesgo de hambruna, y donde el ejército israelí prosigue con sus operaciones en los alrededores de varios hospitales.
AFP
En las últimas 24 horas, al menos 76 personas murieron en el territorio palestino, donde el ejército israelí libra una guerra contra el movimiento islamista Hamás desde el 7 de octubre.
Los combates no dan tregua desde entonces, pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el lunes una resolución que reclama un «cese el fuego inmediato» y la liberación de unos 130 rehenes israelíes que permanecen en Gaza, de los cuales se presume que 34 han muerto.
El martes por la noche, una bola de fuego iluminó el cielo en la ciudad sureña de Rafah, el único centro urbano de Gaza donde no han entrado las fuerzas terrestres israelíes.
Cerca de 1,5 millones de personas están aglomeradas en esa zona, la mayoría desplazados de la guerra.
Israel insiste en que es necesario lanzar una ofensiva sobre Rafah para acabar con el «último bastión» de Hamás, que gobierna Gaza desde 2007.
Israel quiere reprogramar el viaje de una de sus delegaciones a Washington para hablar de una posible ofensiva en la ciudad, después de haberlo cancelado en protesta por la abstención estadounidense en el Consejo de Seguridad de la ONU.
«La oficina del primer ministro ha dicho que les gustaría reprogramar la reunión dedicada a Rafah. Ahora estamos trabajando con ellos para fijar una fecha conveniente», declaró un funcionario israelí a AFP, bajo condición de anonimato.
– Tres hospitales en el punto de mira –
En tanto, el ejército israelí continúa con sus intervenciones en tres grandes hospitales gazatíes y en sus inmediaciones, alegando que los comandos de Hamás los utilizan como base de operaciones.
Las fuerzas israelíes indicaron el miércoles que proseguían con su operación en el complejo hospitalario de Al Shifa, en Ciudad de Gaza y aseguraron haber matado a «decenas de terroristas» hasta la fecha, y haber detenido a «centenares» de ellos.
Cientos de habitantes se vieron obligados a abandonar la zona en la última semana a causa de esa operación, iniciada el 18 de marzo en el norte de la Franja.
El ejército también prosigue con sus operaciones en Jan Yunis, en el sur, cerca de los hospitales Naser y Al Amal, añadió el cuerpo armado.
El hospital Al Amal está «fuera de servicio», señaló el martes la Media Luna Roja palestina. En el hospital Naser aún había miles de civiles el martes, indicó el organismo.
– Hambruna –
La necesidad de asistencia en Gaza es apremiante, pero Hamás pidió a los países donantes que detengan el lanzamiento aéreo de ayuda, después de que doce personas se ahogaran intentando alcanzar alimentos en la costa de Gaza, en el Mediterráneo.
El movimiento islamista palestino y el Euro-Med Human Rights Monitor, de Suiza, indicaron que otras seis personas fallecieron en estampidas al intentar alcanzar la ayuda lanzada con paracaídas.
«Hay gente muriendo por conseguir una lata de atún», dijo a AFP Mohamad al-Sabaawi, un residente de Gaza.
Aún así, Estados Unidos afirmó que continuará recurriendo a esa técnica. Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Alemania y España realizaron el miércoles nuevos lanzamientos aéreos de víveres en el norte de Gaza.
Hamás exige que Israel permita el ingreso de más camiones de ayuda en el territorio, de 2,4 millones de habitantes y que según la ONU está al borde de una «hambruna creada por el hombre».
La guerra se desató el 7 de octubre por el ataque de Hamás en el sur de Israel, en el que sus comandos mataron a cerca de 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales.
La campaña israelí de represalia ha dejado al menos 32.490 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.
– Negociaciones –
El ejército israelí bombardeó más de 60 objetivos en los últimos días, incluyendo túneles y edificios «donde se identificaron terroristas armados».
En tanto, representantes de Israel y de Hamás participan en conversaciones indirectas mediadas por Catar, en busca de un alto el fuego y la liberación de rehenes.
Pero tanto Hamás como el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se culpan mutuamente de que las negociaciones no avanzan.
La guerra en la Franja de Gaza también ha provocado un repunte de la violencia en Cisjordania ocupada y en la frontera entre Israel Y Líbano.
Al menos tres personas murieron el miércoles en una incursión israelí en Yenín, en Cisjordania ocupada.
Y en Líbano, el movimiento Hezbolá, aliado de Hamás, anunció haber disparado cohetes contra el norte de Israel, cuyos servicios de emergencia dieron cuenta de un muerto en la zona.
Hezbolá llevó a cabo esos ataques en respuesta a un bombardeo que imputó al ejército israelí y que causó siete muertos.
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