El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, tratará de «mantener la unidad» de la política europea frente a China durante el viaje oficial que iniciará este miércoles a Pekín, explicó este martes un alto funcionario europeo.
Borrell viajará a China una semana después del viaje que hicieron el presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y, según dijeron las fuentes, «el alto representante considera que debe mantener la unidad de la UE en temas importantes» respecto a China.
Esa unidad se ha puesto en entredicho tras la entrevista que Macron dio este domingo al diario Les Echos, en la que defendió que la UE debe seguir su propio «ritmo» respecto la relación con China y en concreto a la cuestión de Taiwán, en vez de «adaptarse a la agenda» que tiene Estados Unidos, cuya confrontación con Pekín va en aumento.
Unas declaraciones que coincidieron con los ejercicios militares que China concluyó la víspera frente a las costas de la isla, como represalia por la reunión del pasado miércoles en California entre la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
En cambio, el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer, fue hoy más contundente al recordar que la UE respeta la política de ‘una sola China’, pero al mismo tiempo, se opone a «cualquier deseo de cambio unilateral del ‘statu quo'» en Taiwán, «en particular con el uso de la fuerza».
Más allá de las declaraciones a Les Echos, Macron mantuvo además una actitud más cercana a Pekín durante su viaje que la que ofreció Von der Leyen.
«El presidente francés siempre habla en nombre de la República francesa. Es normal, en tanto que todos los jefes de Estado y de Gobierno hablan sobre sus políticas nacionales», señaló este martes el citado funcionario.
Y al mismo tiempo, consideró «natural» que «grandes poderes» como China «intenten dividir a la UE y a los Estados miembros».
Con su política de gestos diplomáticos, Pekín dejó entrever sus claras intenciones la semana pasada, al recibir a Macron con todos los honores protocolarios, mientras tuvo un trato más distante con Von der Leyen, a quien se calificó de «títere estadounidense» en las redes sociales chinas.
«La misión de Borrell es más una misión interna que externa. Es crear y preservar la unidad de la UE respecto a su política exterior y de seguridad», insistió el alto funcionario.
La política de la UE frente a China se basa, insistieron las fuentes, en la necesidad de mitigar los riesgos y las dependencias de la UE respecto a China, sobre todo en cuestiones como las materias primas.
Borrell tratará de defenderla con reuniones que mantendrá, entre otros, con el ministro de Seguridad Nacional de China, Li Shangfu, y con el ministro de Exteriores, Qin Gang, así como con organizaciones de la sociedad civil.
El jefe de la diplomacia europea pedirá también a China que presione a Rusia para poner fin a la guerra contra Ucrania, jugando un papel de «facilitador» del diálogo, más que de «mediador».
En este sentido, el alto funcionario recordó que China defiende la necesidad de respetar la integridad territorial de todos los países, en la propuesta que ha planteado para alcanzar la paz en Ucrania.
«Por supuesto, cuando China habla de esto se refiere principalmente a Taiwán, pero también tiene que aplicarse en el caso de Ucrania», añadió la fuente.
Desde noviembre pasado han viajado a China cinco líderes europeos: el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Macron y Von der Leyen. EFE
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