El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, insistió este lunes en que las autoridades rusas permitan al opositor Alexéi Navalni un «acceso inmediato» a un médico de su confianza, cuando hoy le trasladaron a un hospital para reclusos.
«Hemos tenido noticias de que al señor Navalni se le ha trasladado a un hospital para presos, pero las autoridades rusas tienen que garantizarle acceso inmediato a los profesionales médicos en los que él confía», dijo Borrell al término de una reunión telemática de los ministros de Exteriores de la UE.
Como ya hizo ayer en nombre de la UE, el alto representante calificó de «crítica» la situación sanitaria de Navalni y responsabilizó a Rusia de su estado de salud.
El opositor ruso, de 44 años, entró en prisión el pasado febrero y desde entonces ha perdido 16 kilos, nueve de ellos desde que inició una huelga de hambre el 31 de marzo.
Según dijo hoy el Servicio Federal Penitenciario de Rusia, Navalni -que sufre además una doble hernia y una protusión discal- ha aceptado un tratamiento con vitaminas.
La UE volvió a exigir ayer la liberación de inmediata e incondicional de Navalni, aunque Borrell descartó hoy que la Unión vaya a aprobar nuevas sanciones contra Rusia, como hizo en febrero contra cuatro altos funcionarios relacionados con su condena y en octubre contra otros seis y una entidad, por el envenenamiento del opositor al Kremlin.
«Por el momento no hay ningún movimiento sobre nuevas sanciones a Rusia. Las cosas pueden cambiar pero la situación es la que estoy explicando», dijo el exministro español.
Tampoco se plantean medidas restrictivas contra Moscú pese al envío de tropas rusas a la frontera con Ucrania, que Borrell cifró en 150.000, «el mayor despliegue militar del ejército ruso en las fronteras de Ucrania hasta la fecha».
Los ministros de Exteriores de la UE trataron la cuestión con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, y le expresaron su apoyo a la integridad territorial de ese país.
El alto representante aseguró que el envío del ejército ruso a la frontera ucraniana «es una cuestión de preocupación», porque «cuando despliegas muchas tropas, la chispa puede estallar aquí o allá», y pidió a Moscú que ponga fin a esta situación, como han hecho también la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron. EFE
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