Un informe realizado por un comité especial de la Universidad de Texas, que trabajó sobre el contenido de la popular canción «Eyes of Texas», fue dado a conocer este martes y en el mismo se señala que su contenido no fue escrito con intenciones racistas.
EFE
Sin embargo, en el informe de 58 páginas, también se señala que la universidad debe ser responsable y reconoce que su primera interpretación pública probablemente fue realizada por artistas con cara negra durante un espectáculo de juglares.
La canción, que fue escrita en 1903, se toca tradicionalmente en eventos deportivos, incluso antes y después de los partidos de fútbol americano de los Texas Longhorns.
En los últimos años, a medida que la historia de los orígenes de la canción se hizo más conocida, se ha convertido en un asunto controvertido para la universidad, dividiendo a la comunidad.
El comité formado el pasado noviembre también recomienda a la universidad que no se requiera que los estudiantes la canten.
Además destaca que se trata de hechos históricos que añaden complejidad y riqueza a la existencia de una canción que debutó en un escenario racista, común para la época, pero, como mostró el conjunto de la investigación, no tenía intenciones racistas.
El informe en su resumen ejecutivo reitera que la canción debe servir para unir y ser responsables de los valores fundamentales de la universidad.
El presidente de la Universidad de Texas, Jay Hartzell, ofreció este martes una entrevista y mostró su confianza que los elementos aportados por el comité brindasen por primera vez una comprensión profunda de la historia de la canción.
«Creo que es el comienzo de tener la oportunidad de tener una base de hechos objetivos sobre la que podamos mantener futuros debates, incluidos los estudiantes-atletas», destacó Jartzell.
El pasado junio, muchos atletas de Texas compartieron una declaración conjunta a través de las redes sociales pidiendo cambios para hacer que el campus sea más inclusivo, incluido el reemplazo de «Eyes of Texas», en gran parte debido a su origen, y un requisito de que los atletas ya no estén obligados a cantarlo.
A principios de la temporada de fútbol americano, los jugadores se negaron a permanecer en el campo para escuchar la canción, antes de cambiar de rumbo en octubre después de que el director deportivo Chris Del Conte se reuniera con el equipo y dijera que esperaba que los Longhorns se unieran para honrar a los aficionados.
Mientras, exalumnos de la Universidad de Texas, que hacen aportaciones millonarias, amenazaron a la institución con retirarlas si se eliminaba la canción «Eyes of Texas», dado que forma parte de la historia, que para nada debe ser cambiada porque son hechos objetivos que forman parte de la tradición.
El propio Hartzell cuando se le preguntó si pensaba que la canción tenía matices racistas, fue categórico al decir que «para mí, la canción en sí no lo es».
Pero reconoció que «ciertamente estuvo presente en diferentes momentos en los que existieron esos matices odiosos como fue en su primera actuación en 1903 en un espectáculo de juglares».
Sin embargo, Hartzell reiteró que había que examinar con detalle la forma como fue compuesta, escrita y diseñada la canción sin que tuviese ningún tipo de connotación racista, a la vez que rechazaba cualquier tipo de ataque que habían sufrido los jugadores a través de las redes sociales por querer eliminar la canción.
«Al margen de sentir lo que les sucedió, creo que es injusto, dado que hicieron lo que debían y gracias a su actitud ahora tenemos un mejor conocimiento de la realidad y debemos darles su apoyo», subrayó Hartzell. «Pero también hay que respetar al resto de los estudiantes, lo que significa que a nadie se le exigirá que permanezca en el campo o tenga que cantar la canción».
Por su parte, Richard Reddick, profesor y decano asociado de equidad, participación comunitaria y extensión en la Facultad de Educación de Texas, que presidió el comité formado por 24 miembros, incluidos estudiantes, exalumnos, miembros actuales y anteriores de Longhorn Band, historiadores, administradores y profesores, reconoció que la parte más difícil de la investigación fue que no habrá una resolución final.
Reddick admitió que no había ninguna prueba irrefutable que implique a «Eyes of Texas» en algo negativo y que se trataba de un elemento de la propia historia de la Universidad de Texas y todas las etapas por las que había atravesado.
Además, reiteró que no se pudo encontrar ningún vínculo directo de la creación de la canción con el racismo vivido después de la Guerra Civil, que se tomó la melodía de otra popular y fácil de cantar entre los trabajadores del ferrocarril, sin nada que ver con la interpretación de los juglares con la cara pintada de negro, y que lo importante era enseñar su verdadera historia y permitir nuevas versiones.
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