La moción de censura registrada por Vox el pasado 29 de septiembre se debatirá finalmente los días 21 y 22 de octubre, en plena crisis sanitaria y política provocada por esta segunda ola de la pandemia, según fuentes parlamentarias.
Por EL PAÍS
La Mesa del Congreso aprobará y comunicará este martes la fecha y la organización del debate, que por parte de Vox conducirá en primera instancia su diputado por Barcelona, Ignacio Garriga, nominado ya candidato de esa formación a la Generalitat de Cataluña y que compartirá protagonismo con el verdadero líder del partido, Santiago Abascal. La moción será la quinta que se registra en esta etapa democrática y está condenada al fracaso, como tres de ellas, porque Vox, que tiene solo 52 diputados en la Cámara baja, no ha recabado siquiera el apoyo de los otros partidos en la derecha y el centro derecha del hemiciclo.
El debate se desarrollará con Madrid en pleno estado de alarma y justo dos días antes de que se acabe este primer periodo de 15 días de restricciones, el 24 de octubre. Después de esa fecha, el Gobierno debe decidir si solicita al Congreso una prórroga de las medidas de contención para luchar contra la pandemia.
La Mesa del Congreso, que tiene nueve componentes (cinco de la mayoría progresista que sustenta al Gobierno de coalición, dos del PP y uno de Vox), ratificará este martes la celebración de los debates de la moción de censura presentada por la formación ultra a finales de septiembre. En las últimas semanas varios partidos, desde el PSOE, Unidas Podemos y hasta Ciudadanos, habían mostrado en público y en ruedas de prensa su interés por dilatar la organización de ese debate para centrarse ahora en el combate contra el coronavirus, que está golpeando con dureza otra vez a España y en concreto a la Comunidad de Madrid hasta registrar los peores datos de contagio de toda Europa. Solo los portavoces de Vox habían demandado la programación urgente de la moción, porque consideran que el país está en una situación tan grave que no debería de esperarse más para presentar un proyecto alternativo.
Vox lleva amenazando con la moción de censura desde el principio de esta legislatura pero fue justo antes de verano cuando la comunicaron públicamente, aunque no se tramitó hasta septiembre. El líder del partido, Santiago Abascal, la justificó por la mala gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y los “comunistas” de Unidas Podemos de toda la crisis de la covid-19 y añadió en un principio que no tenían intención de encabezar la candidatura alternativa que obliga el reglamento del Congreso. Abascal y varios dirigentes de Vox intentaron durante el verano contactar con políticos veteranos de otras formaciones del centro derecha, y hasta de la órbita socialista de otras épocas, pero nadie aceptó su oferta para un presidente de “consenso” que se limitara luego a convocar elecciones.
“El mejor candidato posible en este momento es Santiago Abascal”, aseguró su portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros, el día que la registraron para justificar ese fracaso. PP y Ciudadanos ya han avanzado que no apoyarán esa alternativa, pero los populares todavía no han definido exactamente cuál será su voto, si en contra o abstención. Dirigentes tan relevantes de la derecha como el expresidente José María Aznar han aconsejado al PP que vote en contra.
La primera moción de censura de la democracia la presentó Felipe González contra el expresidente Adolfo Suárez en 1980. La segunda llegó en 1987 por parte del exdirigente del PP Antonio Hernández Mancha contra González. La tercera la presentó 20 años más tarde el líder de Podemos, Pablo Iglesias, contra Mariano Rajoy, y tampoco prosperó. La cuarta fue la única con éxito hasta ahora y fue la que llevó en 2018 a Pedro Sánchez a La Moncloa al sumar en el Congreso 180 votos.
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