La Unión Europea (UE) condenó este martes «en los términos más duros» el golpe de Estado en Birmania y pidió la liberación «inmediata» de todos los detenidos, entre los que se incluye la depuesta líder birmana y premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, que continúa en arresto domiciliario tras ser detenida la víspera por el Ejército.
«Es un intento inaceptable la revocación por la fuerza de la voluntad del pueblo de Birmania. A través de su alta participación, el pueblo de Birmania expresó su fuerte convicción en el proceso democrático, en las elecciones generales del 8 de noviembre de 2020», dijo el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en nombre de los Veintisiete.
Suu Kyi está en arresto domiciliario en su residencia oficial de la capital Naipyidó desde que el lunes los militares tomaran el control del país y detuvieran a parte del Gobierno bajo acusaciones de fraude electoral.
Posteriormente, declararon el estado de emergencia y tomaron el control del país, nombrando al vicepresidente
Myint Swe como presidente interino, el mismo día en que el parlamento iba a celebrar su primera sesión de la legislatura.
Borrell dijo hoy que «cualquier alegación de irregularidades en la votación debe resolverse dentro de los canales legales y administrativos».
A través de Borrell, los Veintisiete pidieron a los militares que «pongan en libertad de inmediato y sin condiciones» a todos los detenidos, que restablezcan las telecomunicaciones -cortadas desde el domingo-, y respeten los derechos humanos, la libertad de expresión, las libertades fundamentales y el Estado de derecho.
Exigieron también el fin del estado de emergencia y restituir al gobierno civil para abrir el nuevo parlamento.
El Ejército de Birmania ya gobernó el país entre 1962 y 2011, año en que comenzó una transición controlada hacia la democracia. EFE
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