Ivanka Trump se reunió el miércoles 4 de septiembre, con migrantes y líderes opositores venezolanos justo cuando el gobierno de Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda por 120 millones de dólares para aquellos que huyen de la nación sudamericana sumida en una profunda crisis.
La hija del presidente estadounidense Donald Trump y asesora especial de la Casa Blanca se encuentra en una gira de cinco días por Sudamérica con el objetivo de promover el fortalecimiento económico de las mujeres. Pero centró su atención en la crisis política en Venezuela durante una breve escala en la localidad fronteriza colombiana de Cúcuta, a donde han llegado miles de venezolanos que huyeron de su país.
Tras reunirse con un grupo exiliado de líderes opositores venezolanos, Ivanka Trump se dijo “inspirada” por las labores que realizan para garantizar elecciones libres en la nación sudamericana y conmovida por las historias de lo que describió como “valentía ante verdadera brutalidad y atrocidad”.
“El pueblo venezolano no está solo”, dijo Trump a los líderes políticos, que enfrentan órdenes de arresto en su país.
Visitó también un centro para migrantes gestionado por la Cruz Roja que brinda comida, albergue y asesoría legal a los venezolanos recién llegados. En ese lugar habló con personas que le dijeron que salieron de su país prácticamente sin dinero para comida u hospedaje. Muchos de ellos no contaban con permisos para trabajar en Colombia.
“Yo vi que se compadeció con las historias que escuchó acá”, dijo Wendy Quevedo, una migrante venezolana de 34 años que estaba en el refugio y cuyo hijo, de 12 años de edad, sufre de un defecto congénito que le dificulta caminar y controlar su vejiga. Quevedo señaló que emigró a Colombia con la esperanza de obtener en ese país la atención médica que no está disponible en Venezuela.
“Ivanka anotó nuestros nombres y habló con mi hijo”, comentó Quevedo. “Yo tengo mucha fe en que ella me puede ayudar con su operación”.
De acuerdo con las Naciones Unidas, más de 4 millones de venezolanos han salido del país desde 2015, huyendo de la escasez de alimentos, la hiperinflación y, lo que aseguran, es una represión política. El líder opositor Juan Guaidó ha encabezado una campaña con respaldo de Estados Unidos para reemplazar al dictador Nicolás Maduro hasta la realización de nuevas elecciones, pero no ha podido obtener el crucial respaldo de las fuerzas armadas venezolanas.
Mark Green, administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), acompañó a Trump en su visita a Cúcuta y anunció un paquete de 120 millones de dólares para financiar programas de apoyo a los migrantes y refugiados venezolanos que llegan a otros países de Sudamérica.
Green dijo que los nuevos fondos se utilizarán para brindar servicios de salud y nutrición a migrantes vulnerables, con lo que el monto proporcionado por Estados Unidos para programas en beneficio de los migrantes venezolanos alcanzó un total de 317 millones en los últimos dos años.
“Sabemos que la asistencia humanitaria es el tratamiento, no la cura” al enorme éxodo de venezolanos, señaló Green. “La cura está en restaurar la libertad, la dignidad y la democracia en Venezuela”.
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