El hombre más rico del planeta y fundador de Amazon y Blue Origin, Jeff Bezos, realizó con éxito su primer vuelo al espacio en su propio cohete New Shepard, un momento clave para una industria incipiente que busca hacer que la frontera final sea accesible para los turistas de élite.
Vía Infobae
Blue Origin realizó su primera misión tripulada, un trayecto que duró 10,18 minutos exactos desde el oeste de Texas hasta más allá de la línea Karman y viceversa, para coincidir con el 52 aniversario de la llegada a la Luna. Junto a Bezos estuvo su hermano Mark -quien dirige la fundación-, la aviadora Wally Funk, quien a sus 82 años será la astronauta más vieja de la historia, y el holandés Oliver Daemen, de 18 años, quien se convertirá en el más joven en realizar una travesía semejante.
El fundador de Virgin Galactic, Richard Branson, hizo el viaje el 11 de julio, superando por poco al magnate del Amazonas en esta batalla de multimillonarios. Pero Bezos, como Branson, insiste en que no se trata de una competencia.
“Hay una persona que fue la primera persona en el espacio, su nombre era Yuri Gagarin, y eso sucedió hace mucho tiempo”, dijo el lunes al programa TODAY en NBC, haciendo referencia al hito de 1961 del cosmonauta soviético. “Esto no es una competencia, se trata de construir un camino hacia el espacio para que las generaciones futuras puedan hacer cosas increíbles allí”, agregó.
Blue Origin también mira más alto: tanto respecto a la altitud a la que ascenderá su nave reutilizable New Shepard en comparación con el avión espacial de Virgin, como en lo que tiene relación con sus ambiciones.
El despegue está previsto para las 8 (hora local, 13 GMT) desde una instalación remota en el desierto del oeste de Texas llamada Launch Site One, a unos 40 kilómetros al norte de la ciudad más cercana, Van Horn.
Bezos, de 57 años, fundó Blue Origin en 2000 con el objetivo de algún día construir colonias espaciales flotantes con gravedad artificial donde millones de personas trabajarán y vivirán. Hoy, la compañía está desarrollando un cohete orbital llamado New Glenn y un módulo de aterrizaje lunar que espera contratar con la NASA.
New Shepard ha realizado 15 vuelos sin tripulación para ponerlo a prueba y testear los mecanismos de seguridad, como disparar la cápsula lejos de la plataforma de lanzamiento si el cohete explota o aterrizar con un paracaídas menos.
“Aprendimos cómo hacer que un vehículo sea lo suficientemente seguro para que estemos dispuestos a poner a nuestros seres queridos en él y enviarlos al espacio”, dijo el director ejecutivo de Blue Origin, Bob Smith, en una sesión informativa el domingo.
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