Agentes de la Policía han hallado instrucciones para fabricar bombas en la casa de un miembro del grupo de extrema derecha Proud Boys, que está acusado de participar en el asedio al Capitolio de Estados Unidos.
Según afirma la Fiscalía, Dominic Pezzola «tenía manuales de fabricación de armas y bombas» en un dispositivo de memoria que se encontró dentro de su casa cerca de Rochester, en Nueva York. El fiscal ha expuesto además en un expediente judicial que 135 personas han sido arrestadas hasta el momento en relación a lo sucedido en el Capitolio al inicio de enero, cuando los partidarios del entonces presidente Donald Trump irrumpieron en un acto oficial.
El Departamento de Justicia también ha informado de que otro miembro de Proud Boys, William Pepe, de 31 años y oriundo de Beacon, también en Nueva York, ha sido acusado de conspiración, desorden civil, entrada ilegal a edificios o terrenos restringidos, así como cargos adicionales que incluyen obstrucción de un procedimiento oficial, robo de propiedad de los Estados Unidos y agresión a la autoridad.
Según el FBI, las bombas encontradas en la sede del Capitolio se colocaron allí la noche anterior al ataque. El departamento ha aumentado la recompensa que ofrece por obtener información sobre el incidente hasta los 100.000 dólares. Pezzola, conocido como Spaz, supone «un grave peligro para la comunidad y también existe el riesgo de fuga», indica el escrito de la acusación.
Pezzola fue arrestado en Nueva York y su abogado Mike Scibetta ha expresado en un correo electrónico que, según su información, Pezzola recibió de otra persona el usb, que éste contenía un manual de supervivencia pero que Pezzola nunca lo abrió. «La Policía ha extraído la parte que le interesa para que se ajuste a su narrativa»; ha afirmado.
Mientras que la acusación sostiene que Pezzola fue uno de los primeros alborotadores en entrar al Capitolio, aludiendo a imágenes vistas en redes sociales. Sostienen los fiscales que Pezzola usó como escudo a un policía hasta romper una ventana y permitir así que otros manifestantes entraran al edificio.
Una vez dentro del Capitolio, Pezzola persiguió a un oficial de policía por las escaleras cerca de la entrada a la cámara del Senado y se fumó un cigarro mientras presumía en un vídeo sobre el ataque, han dicho los fiscales.
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