Un cartel adorna la puerta de entrada de la casa de Jensy Matute en West Palm Beach, al norte de Miami (Florida). “Felicidades a la nueva graduada en Relaciones Públicas por la Universidad Internacional de Florida” se puede leer en el escrito.
Por VOA
Es un logro para cualquier joven de 22 años poder graduarse en la universidad, pero el caso de Jensy aún toma más excepcionalidad: es indocumentada. Llegó a los 2 años junto a su madre procedente de Honduras. Ambas huían de la inseguridad y la violencia de las pandillas que, cada vez más, acechaban a la sociedad. No recuerda nada de su periplo hacia a Estados Unidos, solo los episodios que su madre le ha querido contar.
Pese a que es un tema que divide a la nación, tiene esperanzas de que su caso tome otro rumbo a partir de este miércoles, cuando asume la presidencia de EE.UU. Joe Biden, quien se ha comprometido a impulsar una reforma migratoria.
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