Desfiles, fútbol y banquetes formaron parte del menú el jueves en la celebración anual del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, con cielos tormentosos y la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca como telón de fondo.
AFP
A pesar de la lluvia torrencial que caía en Nueva York, una multitud acudió a ver el desfile anual de bandas de música, globos gigantes y carrozas.
Entre las celebridades que estaban previstas en las afueras de la icónica tienda de departamentos Macy’s, patrocinadora del desfile desde hace mucho tiempo, se encontraban las cantantes Kylie Minogue, Jennifer Hudson y Cynthia Erivo, protagonista de la nueva película «Wicked».
Eventos similares estaban planeados en ciudades de todo Estados Unidos con motivo de esta festividad, que se celebra desde hace siglos y que en 1941 se estableció el cuarto jueves de noviembre.
Considerada como un momento de reunión familiar -normalmente en torno a una gran comida protagonizada por un pavo asado-, es la época del año en la que viajan más personas.
Según estimaciones de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por su sigla en inglés), se espera que cerca de 80 millones de personas salgan a la carretera, vuelen o utilicen otro medio de transporte para recorrer más de 80 kilómetros durante la festividad.
Pero muchos tuvieron que hacer frente a un importante sistema de tormentas que azotó al país esta semana y que continuaba el jueves con lluvia y nieve en el noreste, incluidas ciudades como Nueva York y Boston.
El día festivo también incluye varios partidos de fútbol americano de la NFL, que muchos estadounidenses ven luego del banquete.
– «Lunáticos de la izquierda radical» –
Las reuniones de Acción de Gracias serán las primeras para muchas familias desde las elecciones del 5 de noviembre en las que ganó el republicano Donald Trump.
Para algunos, la división ya ha sido demasiado, y prefieren evitar por completo las discusiones sobre política.
Es el caso de Deb Miedema, que vive en Minnesota. «No me puedo imaginar preparar una comida para 40 personas y que la mitad de ellas estén de acuerdo con esta situación», dijo a la AFP esta mujer de 50 años.
«Trump no deja de decir mentiras, es un criminal y todo eso les parece bien».
Mientras tanto, el presidente Joe Biden estaba pasando su último Día de Acción de Gracias en el cargo con su familia en la isla de Nantucket, Massachusetts, donde visitó un departamento de bomberos local el jueves y habló brevemente con los periodistas.
Cuando se le preguntó por qué estaba agradecido, el mandatario de 82 años respondió: «Mi familia, la transición pacífica de la presidencia y estoy agradecido por la gracia de Dios de que pudimos lograr más avances en Medio Oriente».
También dijo que Trump, que prometió reformas de gran alcance, puede tener que «hacer un pequeño ajuste de cuentas interno» cuando asuma el cargo en enero, dado el estrecho control de su partido en el Congreso.
La vicepresidenta Kamala Harris, que recientemente estuvo de vacaciones en Hawái después de su derrota electoral, tenía previsto hablar con familias de militares y visitó una organización sin fines de lucro en Washington para ayudar a preparar comidas gratuitas.
«En el Día de Acción de Gracias, también expresamos nuestra gratitud como nación por nuestros miembros del servicio y sus familias, por el sacrificio que hicieron para proteger a nuestra nación y nuestros valores más sagrados», dijo en un video publicado en las redes sociales.
Trump, por su parte, publicó en las redes sociales: «Feliz Día de Acción de Gracias a todos, incluidos los lunáticos de la izquierda radical que se han esforzado para destruir nuestro país, pero que han fracasado miserablemente».
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