Los guatemaltecos acuden a las urnas este domingo a elegir un nuevo presidente sin grandes ilusiones de superar la pobreza, violencia y corrupción, tras una campaña marcada por la exclusión de candidatos y persecución a la prensa.
La socialdemócrata Sandra Torres encabeza la intención de voto (21,3%), seguida por el centrista Edmond Mulet (13,4%), la derechista Zury Ríos (9,1%) y el oficialista de derecha Manuel Conde (5,8%), según la última encuesta de ProDatos.
“Ahora Guatemala va a tener mamá gobierno”, afirma Torres, ex esposa del difunto mandatario Álvaro Colom (2008-2012), mientras Mulet, ex funcionario de la ONU, promete sacar al ejército a las calles de forma “temporal” para combatir la delincuencia.
Hay 22 candidatos presidenciales en la contienda, algo usual en Guatemala. Si ninguno obtiene mayoría absoluta, habría un balotaje el 20 de agosto. El voto es voluntario y está prohibida la reelección.
Unos 9,4 millones de guatemaltecos están habilitados para elegir al sucesor del presidente derechista Alejandro Giammattei, quien llega el fin de su mandato de cuatro años con 76% de desaprobación, según ProDatos.
Además, serán elegidos 160 diputados, 340 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
“Tengo que ir a votar. Yo creo que la votación es muy importante porque el granito que puede dar uno es un gran avance para el pueblo. Nosotros queremos mejoras, no queremos empeorar más”, dijo a la AFP Darlyn Jiménez, vendedora de celulares de 22 años en la capital.
Ninguno de los principales candidatos promueve legalizar los matrimonios igualitarios ni el aborto, que solo está permitido si hay riesgo para la madre, tras una campaña con todo tipo de promesas y frecuentes invocaciones a Dios.
Persecución a fiscales y periodistas
El sistema democrático navega por aguas turbulentas en Guatemala, con control sobre el poder judicial, procesos a periodistas, exclusión de candidatos y persecución a fiscales que combatieron la corrupción.
Hace dos semanas, el dueño de un diario crítico del gobierno, José Rubén Zamora, fue condenado a seis años de prisión por lavado de dinero, en un juicio denunciado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Su rotativo, fundado en 1996, dejó de publicarse el 15 de mayo.
La Asociación de Periodistas de Guatemala documentó 117 casos de violaciones a la libertad de prensa en 2022, entre las que destacan acoso judicial, limitaciones para coberturas y casos de exilio.
Estados Unidos, la Unión Europea, agencias de la ONU y organizaciones de derechos humanos han denunciado la persecución a periodistas y fiscales.
Además, las autoridades electorales y judiciales excluyeron de la contienda presidencial a dos aspirantes con opciones: al empresario derechista Carlos Pineda y a la indígena de izquierda Thelma Cabrera.
Esto ha provocado desconfianza y desinterés por los comicios, lo que explicaría el récord de 13,5% de ciudadanos que pretenden votar nulo. En la primera vuelta de 2019 los nulos fueron 4,1%.
Para analistas y ONG, Guatemala vive un retroceso al autoritarismo como reacción de poderosos sectores políticos y empresariales a la labor de la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un ente avalado por la ONU que ayudó a destapar sonados casos de corrupción, entre 2007 y 2019.
El entonces presidente derechista Jimmy Morales puso fin a la CICIG en 2019 y Giammattei no intentó resucitarla.
Los grupos que habían perdido poder con la CICIG “regresaron con mayor fuerza”, indicó a la AFP Edie Cux, jefe del capítulo local de la ONG Transparencia Internacional.
A pesar de los cuestionamientos, Giammattei afirmó el viernes que Guatemala tiene “una democracia sólida”.
“La necesidad obliga a emigrar”
Los casi 3.500 centros de votación abrirán a las 07:00 locales y cerrarán a las 18:00. Desde el mediodía del sábado rige ley seca por 42 horas.
Los primeros escrutinios oficiales se conocerán unas tres horas después del término de la votación.
También habrá centros de sufragio en 15 ciudades de Estados Unidos, donde viven 2,8 millones de guatemaltecos, aunque solo 90.000 están registrados para votar.
La pobreza y la violencia impulsan a miles de guatemaltecos a emigrar a Estados Unidos cada año.
“La necesidad lo obliga a uno” a emigrar, dijo Manuel Rojche, un albañil de 46 años, cuyo hijo era uno de los 19 guatemaltecos que formaban parte de los 40 migrantes que perecieron en marzo en el incendio de un centro de detención de migrantes en México.
Con 71,1% de informalidad laboral, Guatemala es uno de los países más desiguales de América Latina, según el Banco Mundial.
Unos 10,3 millones de sus 17,6 millones de habitantes viven en la pobreza y la mitad de los niños de menos de cinco años sufre desnutrición crónica, de acuerdo a la ONU.
Otro problema agobiante es la inseguridad, pues la tasa de homicidios de Guatemala triplica el promedio mundial, según la ONU.
(Con información de AFP)
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