Representantes de una caravana migrante, que recorre México con rumbo a Estados Unidos, llegaron a un acuerdo este jueves con la Secretaría de Gobernación (Interior) para regularizar a sus cerca de 500 integrantes y permitir el paso hacia el norte a quienes deseen continuar su ruta.
«Nuestras exigencias se han cumplido al 100 %», señaló a Efe Irineo Mujica, activista de Pueblos Sin Fronteras que acompaña a la caravana y quien estuvo presente en la reunión.
En declaraciones para la prensa, el subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría Gobernación, Rabindranath Salazar, indicó que ahora toca a todos cumplir el acuerdo que está «basado en la ley».
El Gobierno mexicano enviará una comitiva para hacer un censo en la Casa del Peregrino, en Ciudad de México, donde se encuentran los migrantes desde que llegaron a la capital el pasado domingo.
Según los participantes, se atenderá individualmente las necesidades de cada persona y le darán prioridad a los casi 100 niños que están en el albergue.
Además, las autoridades mexicanas se han comprometido a reunirse nuevamente con la caravana el 17 de enero para supervisar el cumplimiento de los acuerdos.
La caravana, en su mayoría de Centroamérica y Haití, llegó poco antes del mediodía a las instalaciones de la dependencia en esta capital después de hacer una parada en Palacio Nacional y el Senado mexicano.
Los integrantes han pedido constantemente que se les otorguen residencias permanentes y que se permita el paso a quienes deseen continuar su ruta hacia Estados Unidos.
El grupo partió el 23 de octubre desde la ciudad de Tapachula en el sureño estado de Chiapas, frontera con Guatemala. Cuando salieron de la localidad, la caravana se contaba en miles.
Sin embargo, conforme fueron pasando los días el número fue a menos. Los agentes migratorios se han acercado durante las últimas semanas para ofrecer visados humanitarios, algo que ha hecho que muchos abandonaran la ruta.
Desde su arribo a Ciudad de México, la actividad de la caravana ha sido intensa. El pasado miércoles se reunieron con la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra.
México vive una de las mayores olas migratorias de su historia. De enero a octubre, el país ha interceptado a 228.115 personas y deportado a otras 82.627, cifras que no se habían visto desde hace más de 15 años.
De igual forma, las solicitudes de refugio también han batido récords. De enero a octubre, el país ha recibido 108.195 peticiones.
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