Excluido de la reapertura de Florida porque el foco de COVID-19 aún sigue candente, el condado de Miami-Dade, con casi un 70 % de latinos, sufre doblemente el impacto de la pandemia y todas las ayudas para la población de menos ingresos y los pequeños negocios se están quedando cortas.
EFE
A día de hoy en Miami-Dade se habían confirmado 13.085 casos y 407 muertes por el COVID-19, que confirman a ese condado como el más golpeado por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en un estado que suma 37.439 casos y 1.471 muertes desde el 1 de marzo, según el Departamento de Salud estatal.
De los 540 casos nuevos registrados en las últimas 24 horas en Florida, 129 corresponden a Miami-Dade, al igual que 29 de los 72 decesos, y el mismo patrón se ve en las solicitudes del subsidio de desempleo o de ayudas para capear el temporal del COVID-19.
“La recuperación económica va a ser mucho más lenta en el sur de Florida que en el resto del estado”, dice a Efe el economista mexicano Héctor Sandoval, de la Oficina de Investigación Económica y de Negocios (BEBR) de la Universidad de Florida (UF).
Al igual que Miami-Dade, los condados de Broward, con 5.357 casos y 215 muertes, y Palm Beach, con 3.329 y 205, no entraron en la fase uno de la reapertura de Florida, que comenzó este lunes, y siguen con todos los negocios no esenciales cerrados.
Aunque la orden de confinamiento de Florida entró en vigor el 1 de abril, en algunos condados y ciudades del sureste del estado, las autoridades locales empezaron a tomar esas medidas hasta diez días antes, lo que significa hasta seis semanas seguidas de cierre.
LA REBELIÓN DE LOS PEQUEÑOS NEGOCIOS
“Nos estamos muriendo de hambre”, dijo este martes un barbero de la localidad de Miramar (Broward), que ha encendido la mecha de la rebelión al abrir su negocio sin autorización.
Las peluquerías y barberías tienen expresamente prohibida la apertura en la fase uno del plan de vuelta a la normalidad no solo en Broward, Miami-Dade o Palm Beach, sino en todo el estado.
Daniel Liriano, que habló para canales de televisión desde su barbería, expresó que no ha tenido más remedio que abrir porque tiene una familia a la que alimentar y destacó que no va a “perjudicar” a nadie, pues ha tomado todas las precauciones para evitar el contagio del COVID-19.
Este domingo los participantes en una manifestación en el centro de Miami para pedir el fin de la “tiranía” del confinamiento y el cierre de negocios se expresaron en términos similares.
LA NECESIDAD CRECE
La hondureña Marcia G., que trabaja como limpiadora de casas, señala a Efe que a pesar del riesgo de contagiarse el COVID-19 ha decidido salir de casa a ganarse el pan, porque no tiene dinero, “solo deudas”.
En Miami, que es junto a Hialeah la ciudad del condado más castigada por el desempleo generado por el COVID-19, este martes centenares de automovilistas hicieron fila con sus vehículos desde la madrugada en los distintos puntos donde se reparte comida gratuitamente, como ocurre a diario desde hace semanas.
Medios como el canal NBC6 informan cada día a primera hora de la mañana de los lugares y horarios de las entregas.
Buena prueba de que la necesidad va en aumento la dio la Alcaldía de Miami al confirmar que recibió en tan solo una hora el máximo de solicitudes que podía aceptar para dos programas de ayuda con fondos federales que puso en marcha este lunes.
El plazo de inscripción para el programa de asistencia a las micro empresas, que concedía ayudas de 10.000 dólares, finalizaba el 8 de mayo, lo mismo que el de préstamos de urgencia para pequeñas empresas por un monto de 5.000 a 20.000 dólares, pero hubo que cerrar el registro cuando llevaba solo una hora abierto.
Un mensaje en la web municipal avisa hoy de que “no se aceptan solicitudes para este programa, dado que todos los fondos disponibles están asignados”.
En Hialeah, una ciudad en la zona oeste del condado de población mayoritariamente cubana, la web municipal colgó el mismo cartel a las pocas horas de abierta la inscripción para un programa de asistencia para pagar el alquiler y los servicios públicos.
De acuerdo con un estudio de WalletHub sobre los estados en los que el desempleo ha subido más por el coronavirus, Florida fue el número uno la semana pasada, aunque si se toma en cuenta el periodo completo que abarca la crisis del COVID-19 baja al quinto lugar y es Georgia el que encabeza la clasificación.
Otro estudio de la misma compañía realizado a partir de las estadísticas del Departamento de Trabajo indica que Hialeah es la segunda ciudad más castigada por el desempleo, por detrás de Seattle (Washington), mientras que Miami es la cuarta.
Respecto al mismo mes de 2019, el desempleo subió en marzo en la primera un 29,30 % y en la segunda un 24,87 %, pero si se compara con enero de 2020 la subida es de un 145,91 % en Hialeah y de un 137,25 % en Miami.
Incluso aunque se levanten las restricciones actuales, la economía va a tardar en reaccionar, porque el turismo, que es el sector dominante, no va a volver a ser lo que era en mucho tiempo, pronostica el economista mexicano de la Universidad de Florida.
EFE
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