Las autoridades rusas advirtieron hoy contra la protesta convocada en más de cuarenta ciudades de Rusia para el miércoles por los aliados del líder opositor Alexéi Navalni, que sigue prisión una huelga de hambre para que le permitan ver a un médico de su confianza por el deterioro de su salud.
«El Ministerio del Interior insta a los ciudadanos a abstenerse de la participación en actos planeados no autorizados, así como de visitar plazas y calles señaladas como puntos de reunión» por los organizadores a la hora acordada, las 16.00 GMT del miércoles, señaló el servicio de prensa ministerial a la agencia oficial TASS.
El Gobierno ruso alega, además del riesgo de contraer el coronavirus en lugares donde se acumulan muchas personas, la amenaza de «provocaciones de personas destructivas dirigidas a alterar el orden público».
Interior añadió que tomará medidas para mantener la ley y la orden en los lugares de la protesta anunciados por el equipo de Navalni para el 21 de abril, fecha que coincide con el discurso anual del presidente ruso, Vladímir Putin, ante la Asamblea Federal.
«No se permitirá la desestabilización de la situación y se tomarán todas las medidas necesarias para mantener la ley y el orden en las regiones del país», insistió.
«Cualquier acción agresiva de participantes en eventos públicos no autorizados y más aún en intentos de provocar enfrentamientos con los agentes de las fuerzas de seguridad será vista como una amenaza a la seguridad pública y será inmediatamente suprimida», advirtió.
A finales de marzo el equipo de Navalni lanzó una campaña en la red para reunir a 500.000 personas dispuestas a salir a la calle para exigir la liberación del político.
A día de hoy la convocatoria ha sido apoyada por más de 450.000 ciudadanos.
No obstante, ante el deterioro de salud del opositor, de 44 años, el domingo sus aliados Iván Zhdanov y Leonid Volkov afirmaron que «los acontecimientos se desarrollan de una forma muy rápida y muy desfavorable».
«No podemos esperar a posponerlo más tiempo», afirmaron.
Según los colaboradores de Navalni, la vida del opositor «pende de un hilo», porque tiene graves problemas de salud y no puede ver a su médico de confianza.
El opositor ha sido trasladado a un hospital para reclusos en una cárcel cercana, según informó este lunes el Servicio Federal Penitenciario de Rusia (FSIN, en sus siglas en ruso).EFE
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