El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que cumple actualmente una condena de dos años y cinco meses de cárcel y decidió la semana pasada poner fin a la huelga de hambre que inició el pasado 30 de marzo, reapareció este jueves a través de videoconferencia en la vista judicial para dirimir su apelación por la multa de 850.000 rublos (unos 9.450 euros) que le fue impuesta en febrero por «difamar» presuntamente a un veterano de guerra.
El tribunal Babúshkinski de Moscú ha decidido rechazar el recurso del político opositor y confirmar la condena a pagar la multa. No obstante, aprovechó la ocasión para lanzar una nueva diatriba contra el presidente Vladímir Putin y su política. Era su primera aparición después de ser internado en la prisión de Pokrov (región de Vladímir) el mes pasado. Tras una huelga de hambre que duró tres semanas, Navalni, con el pelo rapado, presentaba un aspecto demacrado y una excesiva delgadez. Julia, su esposa, estuvo presente en la sala del juicio.
Durante uno de los recesos, el disidente ruso habló con su esposa. La dijo que pesa solamente 72 kilos y que ahora come avena y caldos, pero que no quieren darle todavía manzanas. Sus abogados insistieron ante la jueza, Ekaterina Frolova, en que el veterano Ignat Artiómenko fue conminado a presentar la querella contra Navalni y solicitaron un análisis grafológico para demostrar que su firma pudo ser falsificada por sus familiares.
En su intervención final, Navalni dijo: «Querido tribunal, vuestro rey está desnudo y hasta los niños se dan cuenta (…) veinte años de nefasto reinado nos han llevado al resultado actual. Su corona se le desliza por las orejas. En la televisión no vemos más que mentiras y los billones de dólares obtenidos del petróleo y el gas se han dilapidado mientras nuestro país sigue a la zaga y cada año se degrada más».
Una nueva causa penal
Sus estrechos colaboradores Leonid Vólkov e Iván Zhdanov, ambos refugiados fuera de Rusia, informaron de que el Comité de Instrucción de Rusia ha abierto contra Navalni una nueva causa penal. Esta vez por «crear una organización ilegal que atenta contra los derechos de la ciudadanía», en referencia al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK). Por el momento, no se ha explicado qué derechos se han conculcado, pero el artículo en cuestión del Código Penal ruso prevé hasta cuatro años de cárcel.
Lo que ya está en marcha, a petición de la Fiscalía de Moscú, son las diligencias para reconocer al FBK como organización «extremista». Vólkov anunció este jueves que la red de oficinas de las organizaciones de Navalni, incluyendo las vinculadas al FBK, ha quedado disuelta para evitar complicaciones. Según Vólkov, «mantener nuestro trabajo en la forma habitual es ya imposible. En cuanto se nos reconozca como organización extremista, quienes trabajen en las sedes o colaboren con ellas se exponen a serias penas de cárcel».
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.