«No queremos falsas adulaciones queremos que estos aplausos se mantengan el resto del año, que nos traten bien», dice Abel Pallarés Sanmartín, médico especialista en neumología en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, en España.
En una entrevista a RT, Sanmartín explica que al principio de la crisis cuando escuchaba los aplausos se sentía emocionado, pero también avergonzado porque los profesionales de la salud eran tratados como héroes «cuando realmente no lo son».
«Nosotros nos dedicamos a la profesión médica por vocación, nos gusta hacer lo que hacemos y para nada nos sentimos héroes», afirma.
Porque para Sanmartín los aplausos «son muy bonitos pero se quedan en eso. Duran unos minutos y se van con el viento». Y rememora las vivencias de amigos y compañeros que han sufrido situaciones «al límite sin material exponiéndose directamente al virus».
«Sin estabilidad laboral»
En Galicia –dice– durante semanas la crisis sanitaria se vivió con tensión al ver lo que sucedía en el resto de España. «Pero aquí no ha llegado con tal intensidad como nos esperábamos y, en el momento actual, están disminuyendo el número de ingresos, de diagnósticos de pacientes en UCI y de muertes. De momento, estamos capeando con el temporal bastante bien», subraya.
Respecto a las imágenes que circulan del personal sanitario con bolsas de basuras para protegerse y el alto número de contagiados entre este sector –al menos 27.000–, Sanmartín dice sentirse «frustrado».
«Frustra muchísimo como profesional ver todas estas carencias y genera ansiedad. Muchos compañeros por las noches no descansan bien y el día a día repercute negativamente, obviamente, en la asistencia de los pacientes», sentencia.
Recuerda que «mucha gente que está trabajando y está dando la cara en estos momentos duros, no tiene una estabilidad laboral. Eso quiere decir que por determinadas circunstancias su contrato puede extinguirse y se pueden quedar sin trabajo».
Como ejemplo, Sanmartín pone su propia experiencia profesional. Durante estos últimos diez años, este médico ha aceptado puestos que no correspondían con su especialidad, ha trabajado en urgencias o con contratos de guardia.
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«En otras ocasiones, trabajando como especialista, el día antes de finalizar mi contrato no sabía si me lo iban a renovar», asevera.
Aunque aclara que lo más duro fue cuando su mujer dio a luz a su segundo hijo y él se encontraba sin trabajo. «Me ofrecieron volver a trabajar con la condición de que renunciase a la baja paternal», destaca.
Colapso del sistema sanitario
La crisis del coronavirus ha colapsado gran parte del sistema sanitario español y los recortes que se dieron en 2008 han influido en la situación actual.
«La crisis del 2008 golpeó muy fuerte a la sanidad. El ‘pool’ de enfermería ha disminuido, ha existido una fuga de médicos, enfermeras y sanitarios, en general, a otros países», razona.
Según este médico, toda esa situación ha mermado en la cantidad de personas sanitarias para poder trabajar. «Ha sido determinante para cogernos un poco más debilitados ante la gran sanidad que disponemos», opina.
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