El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, afirmó que las existencias de uranio enriquecido de Irán son 14 veces superiores que el límite autorizado por el acuerdo nuclear firmado en 2015.
Además, el organismo dijo estar “profundamente preocupado” por la posible presencia de materia nuclear en un laboratorio iraní no declarado, según un informe consultado el martes.
En el informe sobre Irán, la agencia nuclear de la ONU precisa que la República Islámica dispone actualmente de 2.967,8 kilos de uranio enriquecido, en una pequeña parte (17,6 kilos) con una pureza hasta el 20%.
Los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advierten además de que Irán ha aumentado el número de centrifugadoras más modernas y rápidas para producir uranio enriquecido. Se trata de un material que tiene uso civil, pero también militar, para fabricar bombas.
“La presencia de partículas de uranio antropogénico (generado por la actividad humana) no declaradas por Irán refleja claramente la presencia de material nuclear y/o de equipamiento contaminado por materia nuclear en este lugar”, asegura la agencia.
“Después de 18 meses, Irán sigue sin dar las explicaciones necesarias, completas y técnicamente creíbles”, añade el OIEA, en cuyo informe precisa que su director, el argentino Rafael Grossi, está “preocupado por la falta de avances” sobre esta cuestión.
Informe de la ONU
La revelación de este informe se produce en un momento de tensión entre Irán y los países occidentales después de que este martes entrara en vigor una ley en la República Islámica que limita las inspecciones de la agencia de la ONU.
Concretamente, los iraníes han instalado cascadas con 348 centrifugadoras del tipo IR-2m, aparte de las 5.060 máquinas del tipo IR1 autorizadas por el acuerdo nuclear de 2015, conocido como JCPOA, en sus siglas en inglés.
Además, los ingenieros iraníes han seguido adelante con los preparativos de instalar centrifugadoras más avanzadas y rápidas aún, del tipo IR4 e IR6, señala el OIEA en su informe.
La producción de uranio enriquecido se encuentra en el centro de la disputa nuclear con Irán.
El JCPOA permite enriquecer hasta un 3,67 %, pero Irán empezó en 2019 a llegar a un pureza superior ese nivel y desde finales del año pasado llega ya hasta cerca del 20%, un paso importante para alcanzar el 80 % o 90 % necesario para una bomba atómica.
La respuesta de Irán
Irán, por su parte, asegura que se trata de alegaciones fabricadas por Israel, su principal enemigo.
Los servicios de inteligencia israelíes se hicieron hace unos dos años con un importante archivo sobre las actividades nucleares de Irán y han estado entregando informaciones sobre supuestas intenciones militares del programa nuclear iraní hasta 2003.
El informe de la OIEA fue difundido el martes, dos días después de cerrar con Irán un acuerdo interino, con verificaciones e inspecciones más limitadas, durante los próximos tres meses.
Este cambio, negociado por el director general del OIEA, Rafael Grossi, el fin de semana pasado en Teherán, era necesario ante la entrada en vigor hoy de una ley adoptada por el Parlamento iraní que suspende gran parte de las inspecciones internacionales y plantea la producción anual de 120 kilos de uranio al 20%.
Irán pretende presionar así a la nueva administración de Estados Unidos para que levante sus sanciones, sobre todo el embargo de petróleo, antes de integrarse de nuevo en el JCPOA.
El presidente estadounidense, Joe Biden, quiere volver al JCPOA, abandonado por su antecesor, Donald Trump, aunque exige para ello que Irán vuelva a cumplir todas las reglas del pacto. Ese tratado, firmado por Irán y entonces seis grandes potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) limita sustancialmente el programa nuclear iraní para evitar que la República Islámica pueda hacerse con bombas atómicas. A cambio, se levantaron las sanciones internacionales contra Irán, aunque Trump volvió a imponer medidas punitivas tras salir del pacto en mayo de 2018.
Con información de AFP y EFE