En medio del llamado Periodo Especial, la terrible crisis económica que sobrevino en Cuba después de la desintegración de la Unión Soviética, la canción “Ya viene llegando”, de Willy Chirino, se convirtió en un himno de esperanza para muchos cubanos que querían cambios en la isla.
En La Habana y otras ciudades, era común ir caminando —casi no había transporte público— y escucharla saliendo de algún portal. Chirino, un popular músico de origen cubano asentado en Miami, esperaba que la caída del muro de Berlín y del campo socialista en Europa del Este derribara al gobierno de Fidel Castro, en ese momento en el poder por más de tres décadas. Eso no sucedió y muchos de esos cubanos que retaban a las autoridades cantando “Ya viene llegando, ya todo el mundo lo está esperando” ahora viven en Estados Unidos.
Castro nunca comentó sobre la canción. Tampoco la prensa oficial.
Pasados otros 30 años, la canción contestataria “Patria y Vida”, con casi dos millones de vistas en YouTube a una semana de su estreno y donde figuran algunos de los cantantes cubanos más populares dentro y fuera de la isla, ha puesto de nuevo en jaque al gobierno al cuestionar el lema de la revolución creado por Castro: “Patria o Muerte”.
“Se acabó. No más mentiras, mi pueblo pide libertad, no más doctrinas. Ya no gritemos Patria y Muerte sino Patria y Vida”, reza el estribillo de la canción interpretada por Youtuel Romero, cantante del grupo Orishas y radicado en España; Alexander Delgado y Randy Malcom del dúo de reguetón Gente de Zona y el cantautor Descemer Bueno, que residen en Miami; y desde Cuba, los raperos Maykel Castillo, conocido como Maykel Osorbo, y Eliécer Márquez, “el Funky”.
Romero, gestor del proyecto, dijo a el Nuevo Herald que la canción participaba de un “despertar de la juventud cubana”.
“Era importante decirle al mundo que los cubanos de hoy queremos vida, que la doctrina que salió en el 59 pertenece a ese momento’‘, señaló Romero,
“Con el tema del Covid, el temor a la muerte nos ha tocado muy cerca”, añadió. “Entonces la palabra está obsoleta. Al tú decir Patria y Vida, sumas y eso es lo que el cubano ha sentido, que puede tener las dos cosas. La Cuba de la que habla Patria y Vida es una Cuba en la que quepamos todos, pensemos como pensemos”.
Esta vez, la canción parece haber puesto tan nerviosas a las autoridades cubanas, que los medios estatales han emprendido una campaña para combatir su mensaje y desprestigiar a sus autores.
El periódico oficial del Partido Comunista, Granma, le dedicó varias portadas. La Agencia Cubana de Noticias llamó a la canción “vómito anexionista”. Músicos y artistas pro-gubernamentales emitieron declaraciones y firmaron cartas acusando a los autores del tema de ser “mercenarios”, “bufones” y “traidores”. En una publicación en sus redes sociales que luego fue eliminada, el portal estatal de noticias Cubadebate llamó a Romero “jinetero”, un término que se refiere a la prostitución acuñado en la década del 90 del siglo pasado. Romero está casado con la actriz y cantante española Beatriz Luengo.
Y el actual gobernante Miguel Díaz-Canel también se sumó a la campaña en las redes sociales.
“Patria o Muerte, gritamos miles anoche,” escribió Díaz-Canel en Twitter. “Quisieron borrar nuestra consigna y #Cuba la viralizó en las redes”.
Muchos se preguntan por qué el gobierno de la isla ha dedicado tantos recursos a atacar la canción.
OTRA CRISIS Y NUEVOS ACTORES POLÍTICOS
La gran popularidad de quienes interpretan en Patria y Vida —ganadores de premios Grammy, con una audiencia global y a la vez, considerados como estrellas del hip-hop, el reguetón y la canción en Cuba— así como el delicado momento que vive en el país, ayudan a explicar tanto el fenómeno en el que se ha convertido el tema como la airada reacción del gobierno.
El temor de que la canción pudiera generar protestas contra el gobierno asomó en un reportaje del noticiero estatal de televisión en el que el periodista advirtió que “no es la insurgencia ni la confrontación el camino para enfrentar problema alguno”.
Como en los años 90, Cuba se encuentra sumida hoy en una profunda crisis económica. Un nuevo intento de reforma económica emprendido por Raúl Castro a finales de los años 2000 se quedó estancado otra década. La ayuda proveniente de Venezuela, quien sustituyó a la antigua Unión Soviética como benefactora del gobierno de la isla, disminuyó sustancialmente en los últimos tres años, en la medida que la economía del país sudamericano se hundía bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Las sanciones más estrictas de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump y la pandemia, han sumido al país en una escasez que recuerda la crisis de los 90.
Pero el momento político en la isla es diferente y artistas, músicos, académicos, activistas y periodistas independientes cada día tienen menos miedo de confrontar al gobierno.
“Ha habido momentos muy duros” en la historia cubana reciente, dijo Bueno, quien hizo referencia al año 1994, cuando los apagones y la escasez llevó a los cubanos a protestar en La Habana y a miles a lanzarse en balsa para emigrar a Estados Unidos.
“Pero este es el momento más crítico que ha tenido la dictadura”, subrayó. “Este es el momento que muchas personas como yo siempre hemos esperado porque si me hubieran dicho de hacer esto antes, no hubiera tenido la preparación para hacerlo. No hubiera tenido la rabia que me ha provocado la reacción que ha tenido la dictadura con el pueblo en el último año”.
En las últimas dos décadas la música popular, y las artes en general, han ido ocupando más espacios en una esfera pública mayormente controlada por el estado y han servido para canalizar el descontento de una parte de la población cubana.
Géneros como el hip hop habían confrontado al gobierno visibilizando las insatisfacciones de una población —en su mayoría negra o mestiza— con la revolución cubana, pero las autoridades habían logrado asimilar o empujar a algunos de sus representantes más populares, como el dúo Los Aldeanos, al exilio. Si bien el reguetón en general obviaba los temas políticos, su culto al consumismo ilustraba el desgaste de los valores socialistas en el país.
Castro, quien gobernó con un puño de hierro y mantuvo controlados a los intelectuales, murió en el 2016 y los retos a la legitimidad del gobierno se han ido haciendo más visibles a través de las críticas en las redes sociales y acciones de protesta como las protagonizadas por los miembros del Movimiento San Isidro (MSI) y el 27N.
“El Movimiento San Isidro lleva tres años trabajando como grupo. Su enfoque combina la cultura con el activismo a favor de los derechos civiles”, dijo la artista, escritora y profesora Coco Fusco. “La música ha formado parte del vocabulario del MSI desde el principio. El grupo incluye raperos como Maykel Osorbo. Yo veo Patria y Vida como una extensión de este esfuerzo”.
“Obviamente la colaboración entre músicos dentro y fuera de la isla representa un mensaje muy fuerte para los cubanos y también para el estado”, añadió. “Superamos el discurso oficial que siempre busca dividir a los cubanos entre buenos y malos, revolucionarios y contrarrevolucionarios, isleños y exiliados. Unidos ganamos”.
Miembros de ese movimiento, entre ellos Osorbo y el artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien también figura en el video de Patria y Vida, realizaron una huelga de hambre en noviembre del año pasado que terminó con un violento desalojo por parte de la policía. El hecho generó una protesta mayor de jóvenes artistas, quienes se plantaron frente al Ministerio de Cultura para pedir libertad de expresión en la isla y se han organizado en el grupo conocido como 27N.
Bueno y Romero dijeron que la canción forma parte del impulso generado por estos jóvenes que desde la isla se han movilizado para cuestionar las políticas del gobierno. Y la canción, que incluye imágenes de las protestas de los artistas y actos represivos del gobierno, ha generado aún más visibilidad a estas demandas.
Varios entrevistados no pasaron por alto las aristas raciales y clasistas de un tema musical en el que todos los involucrados son artistas negros y mulatos que vinieron “del barrio”.
Los miembros del Movimiento San Isidro “son personas con mucha cultura pero son de pueblo, son de abajo,” dijo Bueno. “Siempre he pensado que el impulso [para los cambios en Cuba] iba a venir de la parte más resentida en el pueblo y siempre se ha sabido que en los barrios pobres hemos estado viviendo al mínimo”.
En una entrevista telefónica desde La Habana, Alcántara también destacó que artistas de éxito como los que aparecen en la canción, “pero que vienen del barrio y son negritos igual que nosotros, que decidieron hacer en un momento un tipo de música más comercial, y que tienen cosas de perder, se unan por una canción que se preocupa por la gente y les devuelve el deseo de luchar”.
“El arte tiene que salir de su burbuja”, dijo. La canción, añadió, ha conectado con el pueblo cubano y es un ejemplo de que el arte “no es un adorno, que puede ser un ente de cambio.”
DEL SILENCIO A DECIR “DICTADURA”
Para Bueno, Romero y el Grupo Gente de Zona, todos ganadores de premios Grammy, la canción representa un punto de giro en sus carreras. Durante años combinaron su éxito internacional con presentaciones en la isla, por lo que recibieron duras críticas en Miami.
Las letras de sus canciones también evitaban los temas políticos. Al llegar por primera vez a Miami, Delgado, de Gente de Zona, dijo no saber quién era Chirino.
El dúo también generó polémica en el 2018 por pedir aplausos para Díaz-Canel, quien estaba presente en uno de sus conciertos en La Habana y a quien llamaron “nuestro presidente”. En otro concierto en el 2017, se les vio junto al nieto de Raúl Castro, Raúl Guillermo Rodríguez Castro.
La alcaldía de Miami excluyó al dúo del concierto de fin de año en el 2019 y el influencer Alexander Otaola llegó a pedir públicamente que se les revocara la residencia permanente en Estados Unidos.
El gobierno cubano también ha atacado a los autores de la canción sugiriendo que el tema responde a la presión de los exiliados cubanos en Estados Unidos.
“Me da mucha alegría saber que artistas que han vivido bajo el régimen de Cuba tomen posiciones contra la dictadura. Pero al mismo tiempo me apena que algunas personas todavía crean que detrás del éxito de esta canción se esconde ‘la mafia de Miami’, cuando se sabe que los cubanos que han logrado el éxito en este país ha sido por su trabajo”, expresó a el Nuevo Herald el productor Emilio Estefan. “Lo más importante de esta canción es que contribuirá a que aquellos que todavía están confundidos en Cuba se den cuenta de lo terrible que es esa dictadura a través de un mensaje de libertad”
Varios de los artistas entrevistados por el Nuevo Herald dijeron que el temor a no poder regresar a la isla o a las represalias que podían sufrir sus familiares les llevaba a guardar silencio.
“Durante años supimos que era un modelo que no funcionaba, pero como todo cubano que vive en la isla, nos adaptábamos a sobrevivir y no meternos en problemas para poder cantarle a ese pueblo que tanto amamos”, dijo Gente de Zona en un comunicado enviado a través de su mánager. “Pero ya es inaguantable la situación de Cuba y mirar para otro lado o callarse ya no era una opción”.
Pese a las críticas de los exiliados cubanos, Bueno destacó que la gran popularidad que tienen ahora los autores de la canción en Cuba, y a la que tanto temen las autoridades, se basa precisamente en que ellos podían actuar en la isla, a diferencia de otros músicos como Chirino o Estefan, quienes nunca han sido autorizados para hacerlo.
Para Romero su llegada a la canción política tiene que ver con “el sentir del pueblo, lo que vemos en internet, lo que nos cuentan los amigos, lo que se comenta del Movimiento San Isidro y del 27N, del encarcelamiento de [el opositor cubano] José Daniel Ferrer, de todos los atropellos que se cometen en Cuba de derechos humanos”.
“Es que no podemos estar ciegos nosotros los artistas”, subrayó.
Y pese a los intentos del gobierno por contener la crisis de imagen generada por la canción, el mensaje ha llegado a audiencias globales tan distintas como el parlamento europeo —donde Romero y Alcántara comparecerán el viernes— hasta los latinos que siguen el Premio Lo Nuestro.
“Sabemos cómo funciona nuestro país, sabemos que estamos en presencia de una dictadura”, dijo Delgado en la alfombra del Premio Lo Nuestro la semana pasada. “Y quién mejor que nosotros, que somos líderes de la música a nivel mundial, para ponernos a favor del pueblo. Vamos a seguir promocionando esta canción Patria y Vida y hasta que Cuba no sea libre no vamos a parar”.
Con información de El Nuevo Herald
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